Un simple protector labial privará a la esquiadora de fondo noruega Therese Johaug de participar en los Juegos Olímpicos de Invierno 2018. La campeona del mundo vio ampliada su sanción este martes por violación de las reglas antidopaje.

El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) incrementó a 18 meses la suspensión infligida a la esquiadora de fondo noruega Therese Johaug, lo que priva a la siete veces campeona del mundo de participar en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang-2018.

En febrero, la instancia arbitral del deporte noruego había condenado a Johaug a 13 meses de suspensión por dar positivo por un esteroide, lo que la esquiadora achacó a una crema para los labios, pero la Federación Internacional de Esquí (FIS) recurrió dicha condena por considerarla demasiado clemente.

“Estoy completamente desolada. Soñaba con participar en los Juegos Olímpicos”, reaccionó Johaug entre lágrimas durante una conferencia de prensa desde los Alpes italianos, agregando que “no puedo entender la sanción de la que soy objeto. Me parece que es injusta”.

Campeona olímpica de relevos 4×5 kilómetros en 2010, Johaug dio positivo por clostebol, un esteriode anabolizante prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), durante un control por sorpresa realizado el 16 de septiembre.

La esquiadora señaló haber absorbido dicha sustancia a través de una crema para los labios, el Trofodermin, suministrada por el médico de la selección para tratar las quemaduras producidas en un entrenamiento en altura en Italia a finales de agosto.

El TAS explicó en un comunicado de prensa que Johaug había faltado a sus obligaciones al no verificar la composición de la crema, en la que se advertía claramente el símbolo de riesgo de dopaje.

Los jueces dieron credibilidad desde el principio a su versión, por lo que castigan no es tanto haber incurrido en una trampa, sino la falta de negligencia de la esquiadora.

Su suspensión tendrá efecto hasta el 17 de abril de 2018, lo que impedirá su presencia en Pyeongchang (Corea del Sur), para disputar la cita olímpica.

A la esquiadora, que no había estado relacionada anteriormente con el dopaje, sólo le queda el recurso ante la Corte Suprema Suiza para un improbable cambio de rumbo de los acontecimientos.