La selección de Nueva Zelanda se impuso este sábado en casa a Sudáfrica por 41-13, acariciando ya el título del Rugby Championship al sumar su cuarta victoria en otros tantos partidos.

Salvo sorpresa mayúscula, los All Blacks recuperarán la corona del torneo de las naciones más potentes del hemisferio sur, que había cedido en 2015 a Australia. Sólo una victoria de Argentina este sábado con el punto de bonus ofensivo ante los Wallabies de Australia, lo que no parece probable, evitaría el alirón de los neozelandeses.

Con 20 unidades merced a sus cuatro victorias bonificadas, los vigentes doble campeones del mundo, que se habían impuesto anteriormente a Argentina, y a Australia en dos ocasiones, son el único equipo invicto del torneo.

Huérfanos de Richie McCaw y Dan Carter, que se retiraron de la selección luego de la última Copa del Mundo, los All Blacks demostraron que siguen siendo una formidable máquina de ganar, con 15 victorias consecutivas.

Ello pese a que hasta el descanso (15-10) los Springboks albergaron alguna esperanza de poder vengarse de la semifinal perdida en el último Mundial (20-18 para Nueva Zelanda).

Pero los neozeladeses, de la mano de un gran Ardie Savea, titular por primera vez este sábado, acabaron en la segunda mitad con todas las opciones de Sudáfrica. Savea, estrella emergente del rugby, anotó el cuarto try (56), luego de haber sido el promotor del tercero, obra de Ben Smith (49).