Durante los últimos meses, el arbitraje chileno ha sido cuestionado regularmente. El desempeño de nuestros jueces fue puesto bajo la lupa luego del bochornoso episodio que ocurrió en la definiciòn por el ascenso a Primera B entre Deportes Vallenar y Melipilla.

En aquella ocasión, Eduardo Gamboa cometió un grave error luego de ordenar repetir un penal por una finta antireglamentaria cuando lo que debía hacer era invalidar el lanzamiento. La repercusión fue mundial, el caso llegó a los Tribunales de Justicia y finalmente el juez involucrado fue sancionado.

En buscas de una mejora sustancial, Enrique Osses, presidente de la comisión árbitros, comentó a El Mercurio una medida que ayudará a mejorar el nivel: buscarán profesionalizar el arbitraje en conjunto con el directorio de la ANFP. Actualmente sólo Julio Bascuñán, Roberto Tobar y Eduardo Gamboa se dedican exclusivamente a la actividad.

El Mundialista en 2014 señaló que “la idea es que en marzo sean ocho, más 10 asistentes. El próximo año esperamos tener entre 12 y 13 árbitros y 15 asistentes. Y en 2020 todos serán profesionales. ¿De qué va a depender? Primero los internacionales, más quienes la Comisión Técnica decida en cuanto a rendimiento técnico y proyección. Será una dedicación prioritaria al arbitraje”.

Entre las razones para adoptar esta medida, el juez internacional comentó que “cuando arbitras y tienes otro trabajo no logras focalizarte en ninguna de las dos partes al 100 por ciento; juegas con la presión de que si no tienes buena actuación no recibes sueldo, lo mismo si te lesionas. Los tiempos han cambiado y se necesita darle prioridad al arbitraje para minimizar errores”.