La Navidad es una fecha que une a las personas. El poder que este día tiene para muchos es tan grande, que incluso fue capaz de “detener el mundo” por un segundo hace algunos años atrás y lograr una tregua en plena guerra.

La Navidad de 1914 fue la fecha escogida por alemanes e ingleses para llevar a cabo un partido de fútbol, que no solo sirvió como un paréntesis en la Primera Guerra Mundial, sino que también sirvió para que dichos países dejarán sus diferencias de lado y se unieran en torno a balón.

Fue durante la jornada del 25 de diciembre de 1914 en que comenzó todo. El escenario escogido fue la ciudad de Ypres, Bélgica, donde un improvisado cotejo amistoso hizo que alemanes y británicos cesaran el fuego para “jugarse” la guerra en un partido. Si, en un partido.

De todas las versiones, la que más se repite es la que tiene relación con el hecho de que todo comenzó cuando un soldado recibió un balón de fútbol como regalo. Esto habría hecho que ambos bandos se dieran un armisticio de 48 horas para pasar una “Noche Buena” distinta.

De seguro un “chiflido” debe haber sido el encargado de dar el puntapié inicial, mientras que la conciencia de cada uno el de hacer valer las reglas.

Respecto al resultado, algunas versiones indican que fue un contundente 3-2 en favor de los alemanes. No obstante, esto fue lo que menos importó.

Y es como bien sabemos la Primera Guerra Mundial ha sido uno de los conflictos más sangrientos dentro de la historia planetaria, por lo que cambiar por unas horas las armas por el balón, la muerte por la esperanza y el ruido de los cañones por la risa de los jugadores, será un hecho que nunca se olvidará.

25 de diciembre de 1914: el día en que la Gran Guerra se rindió ante el poder la “pelotita”.