Jeisson Vargas no jugará más en Estudiantes de La Plata. En su primera incursión internacional nada resultó como el delantero esperaba. Jugó poco y se vio envuelto en líos fueras de la cancha. La gran promesa del fútbol chileno está en una situación impensada en sus comienzos.

Vargas se crió en la población La Chimba, en el sur de la Recoleta. Pasó su infancia pateando una pelota por calles donde abundaba la pobreza, la falta de oportunidades y la delincuencia. Pudo haber terminado mal, pero tenía un talento extraordinario con la pelota en los pies. Todos los que veían jugar a ese chiquillo de cara redonda y cuerpo ancho no dudaban de que podía llegar lejos.

A los 14 años llegó a la Universidad Católica. Tenía que atravesar la mitad de Santiago para llegar a San Carlos de Apoquindo. Ante sus ojos la ciudad cambiaba de forma, de color, de rostros. Tal vez él algún día podría pasearse por ahí con los suyos.

Jeisson Vargas
Jeisson Vargas

Hacía ruido antes de debutar en el profesionalismo. Los dirigentes se regocijaban por la joya que tenían entre sus manos. Los hinchas se ilusionaron al verlo dominar la Copa UC sub-17.

Debutó en el 2014, ante la Universidad de Concepción. A mediados del año entrante viajó a España con la Roja Sub20 para disputar el torneo de L’Alcúdia, por el que han pasado jugadores de la talla de Isco, Shevchenko, James Rodríguez y Cafú. Allá Jeisson mostró lo mejor de su juego: velocidad, gambeta y mucho gol. Fue el máximo artillero del campeonato con cinco goles, incluido el tiro libre que le embocó en la final al Atlético de Madrid.

Varios ojeadores anotaron su nombre, pero volvió a Chile. Convirtió su primer gol con los ‘Cruzados’ frente a Barnechea. Cuando le anotó un ‘triplete’ a San Marcos, tres meses más tarde, llegó al pináculo de su novel carrera. Los elogios hacia él se acumulaban. Ya se movía en buenos autos, con la billetera llena y rodeado de su séquito personal.

Pero su rendimiento empezó a decaer. Vargas no terminaba de hacer eclosión. En San Carlos decían que ya no se le podía decir nada. Luego de salir campeón el 2016, Jeisson se ausentó de varios entrenamientos. Estaba preocupado de su transferencia al extranjero.

“En general no he tenido la posibilidad de hablar mucho con Jeisson. Tuve injerencia al comienzo de que se iniciaron las negociaciones, pero después esta situación le compete a él y a su representante. Como no he conversado mucho con él, no podría decir si tiene ganas de quedarse o no… Me molestó que Jeisson no haya venido a entrenar”, reconoció Salas.

Finalmente, Vargas fue vendido al grupo que controla parte del Bologna italiano. Con 18 años ya había cumplido varios sueños de niñez.

“Todavía estoy en formación porque tengo recién 18 años. Cumplí todos los requisitos que hay para partir: ser formado en casa, jugar en el plantel y salir campeón. Las oportunidades llegan tarde o temprano. Y a mí me llegó más temprano de lo normal”, expresó el futbolista. “Lo único diferente que haría, sería no haber faltado a los entrenamientos porque se inventaron muchas cosas que no muestran el cómo soy yo”, agregó el jugador, poco dado a las entrevistas.

Tenía que foguearse, así que lo mandaron a préstamo a Estudiantes de la Plata. El rigor del fútbol argentino serviría para terminar de moldear al crack en ciernes. “Vargas es un jugador que en Chile fue campeón en el último torneo e hizo goles. Tiene control y visión de juego. Es rápido y seguramente llevará un tiempo, pero es una buena incorporación para el grupo”, expresó el técnico del ‘Pincha’, Nelson Vivas.

Jeisson Vargas
Jeisson Vargas

Sin embargo, el exdefensor de la “Albiceleste” apenas le daba minutos desperdigados entre partidos de Copa Argentina y de la Sudamericana. No pusieron problemas para que el atacante viajase a Chile para disputar un par de amistosos con la Roja sub20 que se preparaba con miras al Sudamericano a realizarse en Ecuador. Ese viaje lo pondría en boca de todos, alcanzando una figuración que no ha tenido como futbolista.

Faltaban veinte minutos para las 4 de la tarde del lunes 3 de octubre. Christián Marqués conducía su camioneta por la caletera de la Avenida Américo Vespucio en dirección al norte. Cuando estaba por entrar a la rotonda Quilín un Dodge lo adelanta realizando un arriesgado cambio de pista. En el siguiente semáforo, Marqués bajó el vidrio de su vehículo para encarar al conductor que casi lo choca: era Jeisson Vargas. Una retahíla de insultos, miradas lacerantes y gestos ampulosos fueron la respuesta que encontró. El jugador perdió los estribos y lo amenazó de muerte. Los amigos que lo acompañaban esa tarde le dijeron a Marqués que le robarían el auto y que lo iban a balear. “No te metai con nosotros, sapo culiao. Camina o te vas sin camioneta y te agarramos a tunazos (sic)”, consignó La Tercera.

La pelea pudo haber terminado ahí, pero Jeisson y su pandilla tenían que demostrar ‘choreza’. Siguieron a Marqués por 30 minutos, insultándolo, reiterando las amenazas. Asustado, Marqués llamó a Carabineros y el seleccionado sub20 fue detenido. Apareció en la audiencia mirando el piso, cuidando de que su mirada no se cruzara con la de las cámaras. Quedó con prohibición de acercarse a la víctima. Se fue con una sonrisa inquieta y sin decir palabras.

“No hay mucho que decir ni comentar. Se han dicho cosas que no son, pero es mejor no profundizar en el tema. No nos referiremos más al asunto”, dijo Sergio Gioino, el representante. Su compañero en la Universidad Católica y en la selección chilena sub20, Jaime Carreño, posteó en su cuenta de Instagram una fotografía de Vargas almorzando con el plantel después del incidente. “Muchos critican sin conocerte. Otros te juzgan sin saber lo que realmente pasó”, escribió el volante debajo de la imagen.

Vargas, con ganas de desquitarse, jugó un partidazo en el amistoso contra Ecuador. Con el número 10 en la espalda y la jineta de capitán en el brazo izquierdo anotó dos goles en el triunfo por 3-0. Después del encuentro, el jugador difundió un mensaje a través de sus redes sociales: “Pasar esa noche en ese lugar me sirvió para seguir dándome cuenta de lo mucho que amo a mi familia, a mi novia y amigos, lo que me apasiona y encanta que es jugar fútbol”.

“Seguir pensando lo mismo de la gente que solo se dedica a criticar, lamentablemente 8 de cada 10 personas son chaqueteras y se dedican a criticar, menospreciar e insultar, sin saber los hechos ocurridos. Pero como dijo un sabio, hay que hablar menos y escuchar más, por la misma razón que nunca hablo”, continúo.

Jeisson Vargas
Jeisson Vargas

Volvió a Argentina. Estudiantes le mostró su apoyo y empezó a hacerlo jugar. En su segundo partido de campeonato entró por Lucas Viatri cuando su equipo y Racing empataban a uno a diez minutosdel final. Era un partido apretado, de mucho nervio, con un estadio que bramaba para que Estudiantes convirtiera el gol que lo dejara como puntero exclusivo. Pero Jeisson, más allá de alguna imprecisión, aparecía por el centro de la campo pidiéndole la pelota a los compañeros, se animaba a rematar y los correteaba a todos.

El reloj marcaba el minuto 44. Israel Damonte, abierto por la derecha, mando un centro desproporcionado que atravesó toda el área sin encontrar receptores. Gastón Díaz, lateral derecho de la “Academia”, fue a cubrir la pelota antes de que saliera por la línea lateral. A su espalda, y con más fe que nadie, picaba Jeisson Vargas. El chileno le sacó la pelota, en una jugada en el límite de la guapeza y la falta, y la mandó al área chica para la arremetida de Javier Toledo. El ex Colo Colo batió al “Chino” Saja y desató el delirio “pincharrata”. Esa noche, el joven rebelde se ganó la confianza de su técnico.

Si bien no convirtió goles, el elixir vital de todo atacante, cuajó buenas actuaciones saliendo desde el banco. Aún le quedaba mucho por recorrer, pero lo exhibido en esos meses posteriores al incidente en la ruta invitaban al optimismo.

Jeisson viajó para integrarse a la Roja Sub20. Era el grupo llamado a tomar la posta de la generación dorada. A una década del surgimiento de Medel, Vidal, Isla y Sánchez aparecían apellidos como Sierralta, Ramírez, Suazo. Nombres para soñar en el futuro. Pero ninguno generaba tanto ilusión como el del curtido en Recoleta.

El muchacho tenía que demostrar sus galones en el primer partido del grupo ante Brasil. A los 34 minutos del primer tiempo, en una jugada intrascendente en mitad de cancha, le entró con los tapones en punta a Paquetá. La pierna del brasileño se dobló, poco más y lo rompe. Vargas se fue expulsado y abandonó riéndose el terreno de juego. Tuvo suerte: solo le dieron una fecha de castigo.

Chile no se asentó en Ecuador. Se fue eliminado en primera fase. Jeisson naufragó, no fue el líder que se esperaba. Ni dentro ni fuera de la cancha. En los pasillos del hotel de concentración se escuchaba a gente de la delegación quejarse de su divismo.

Jeisson Vargas
Jeisson Vargas

A un mes del desastre en el campeonato juvenil se vio envuelto en otra situación que nada tenía que ver con la pelota. Tuvo una fuerte discusión con su pareja en Argentina, incluso se dijo que la había amenazado con un cuchillo. La versión fue desmentida por la policía, que sí confirmó el entrevero. “A las 21.50, Vargas se hizo presente en la comisaría Décima junto a su esposa, dijeron haber tenido una discusión entre la pareja y solicitaron que un móvil los acompañe hasta su domicilio en el predio Lomas de City Bell (467 y 155), a los fines que ella retire documentación personal, ya que volverá hacia Chile”, informó el Diario El Día.

Jeisson ya no era el mismo. Algo se rompió en su interior. De ser una alternativa, pasó a casi no jugar. Si en 2016 jugó 255 minutos en 7 encuentros, este año apenas ha jugado 50 minutos repartidos en dos partidos. La última vez que jugó fue en el empate sin goles que Estudiantes rescató del coloso Marcelo Bielsa frente Newell´s Old Boys.

No sabe donde jugará el próximo semestre. En la UC, aún dueña del 40% del pase, anhelan el retorno de su canterano, pero la decisión está en manos del grupo económico Saputo, dueño del Montreal Impact de la MLS y de una parte del Bologna italiano.

Su representante viajará esta semana a Argentina para resolver todo lo más rápido posible. Jeisson, sea donde sea, tiene que relanzar su carrera y demostrar por qué supo enamorar a tantos con su gambeta.