Barcelona y Málaga midieron fuerzas en una nueva fecha de la Liga Española, en un partido que finalizó con igualdad sin goles, y que estuvo marcado por la ausencia de Lionel Messi.

Según consigna diario Sur de España, otro hecho que llamó la atención fue el riesgo que asumió la escuadra de Málaga, por parte de los responsables del equipo, debido a la utilización de jugadores no profesionales, es decir, aquellos que no llevan dorsal del 1 al 25.

En este sentido, el reglamento es tajante. En todas las categorías es obligación que un equipo cuente con siete jugadores de su plantilla, por lo que se deben extremar las precauciones durante los partidos con el uso de juveniles.

Ayer el Málaga afrontó el partido con dos futbolistas no profesionales: Pablo y Ontiveros. Fue una situación que se mantuvo hasta pasado el ecuador de la segunda parte. Entonces se produjo la expulsión de Llorente y otro jugador con ficha del filial, Luis, entró por Ontiveros. Se mantenía el número de jugadores pero con diez en el campo. Es decir, eran ocho profesionales.

No obstante, en el minuto 81 En-Nesyri entró por Sandro y ya eran tres no profesionales por siete del primer equipo. Si en ese instante se hubiera producido la expulsión de uno de estos (como pasó luego con Juan Carlos), el Málaga habría incumplido el reglamento y habría perdido por alineación indebida.

Más tarde, cuando se produjo la expulsión del madrileño, le salvó que el sustituido en el último cambio había sido Pablo segundos antes. De haber sido otro el elegido, también habrían quedado solo seis profesionales en el campo.

Por esta razón, el Barcelona estuvo a punto obtener los tres puntos ayer, en un hecho que de seguro hubiese puesto en la cuerda floja a los responsables del club de Málaga.