El pasado fin de semana no fue uno más en la vida de Naomi Osaka, la tenista japonesa que ha sorprendido a los amantes de este deportes en 2018.

Y es que la nipona consiguió en Indian Wells su primer título WTA, con solo 20 años, tras imponerse en la final a la rusa Daria Kasatkina por 6-2 y 6-3.

El camino al trofeo no fue nada fácil para Naomi, quien eliminó en las fases anteriores a importantes rivales como Sloane Stephens, Angelique Kerber, Caroline Wozniacki y Venus Williams.

Sin embargo, pese a la gran capacidad y talento de las jugadores a las que enfrentó, la japonesa siempre se vio segura dentro de la cancha a pesar de su inexperiencia.

De hecho, el único momento del evento en que se vio a Osaka ‘sufriendo’ y con pánico escénico fue cuando tuvo que levantar la Copa y dirigirse al público.

Naomi, que no estaba acostumbrada a estas instancias, se vio complicada con el micrófono en su mano e intentó ocultar su temor con forzadas sonrisas. “Hola, Soy Nao… bueno, olvídenlo”, comenzó diciendo. Después agradeció a los jueces y hasta se ‘autocorrigió’ por no haber elogiado antes a su rival.

De ahí, con complicaciones, fue saludando a sus distintos auspiciadores. Olvidó más de uno en el camino por los nervios, desatando las risas y aplausos del público presente.

Su familia también recibió palabras positivas de la tenista, quien cerró su participación con una tajante opinión: “Este probablemente sea el peor discurso de aceptación de un título de todos los tiempo”, afirmó.