Una nueva polémica se vivió en Copa Perú. El duelo entre Atlético Grau de Piura y Sport Chorrillos, válido por los cuartos de final de la etapa departamental, debió ser suspendido por una pelea de proporciones que terminó con balazos y un jugador herido.

Resulta que en medio del partido el árbitro le anuló un gol a Sport Chorillos, que perdía 2-0, lo que desató la furia de su hinchada.

Los aficionados ingresaron al campo de juego para agredir a los jueces. Solo seis policías se encontraban en el estadio, y nada pudieron hacer para repeler a los agresores.

La situación se tornó color de hormiga cuando desde la tribuna comenzaron a lanzar objetos contundentes. Olivares, de Grau, fue impactado por un proyectil y debió ser trasladado a un hospital local.

Además, los pocos efectivos policiales debieron disparar al aire para poder dispersar a los manifestantes.