La mayoría de los exponentes profesionales de artes marciales mixtas comparten una consecuencia estética que los llena de orgullo, aunque clínicamente puede generar varios problemas de salud a quienes lo padecen.

Hablamos de la ya tradicional ‘oreja de coliflor’. Cualquiera que sea ajeno al mundo de las MMA notará al instante en el peleador una deformidad en su oreja. Aquello causa un cierto grado de asco o repulsión, pero para los combatientes es símbolo de experiencia y orgullo.

Pero, ¿Cómo se produce? Esta lesión se genera por la sumatoria de golpes en la zona auricular. Al comienzo se forma una hematoma, que con el pasar de los días esta se va cicatrizando.

Este sector está formado por cartílagos, los cuales al momento del golpe se separan de la piel. Cuando cicatriza la zona recuperada no regresa a su forma original, y como podemos ver se va deformando.

Seguramente se preguntarán por qué recibe el nombre de coliflor. Esto es debido a que la piel en la zona de la oreja pierde su pigmento y queda prácticamente blanca.

Esta lesión tiene una similitud con un queloide, que es una cicatriz levantada que se produce después una curación de una herida. Estos suelen ser protuberantes y continúan creciendo tras la cicatrización.

El queloide es inofensivo. Sin embargo, la ‘oreja de coliflor’ no lo es.

El problema es que esta zona, tras la cicatrización, queda totalmente expuesta y al más mínimo contacto sangra profusamente. Obviamente para los peleadores de artes marciales mixtas esto genera una complicación a considerar, teniendo en cuenta el roce que existe dentro de la jaula.

Cuando esto ocurre, la herida queda abierta, a merced de las bacterias que suelen encontrarse en gimnasios, duchas, o en cualquier lugar donde el deportista vaya sin una previa higienización.

Si la herida se infecta, el peleador deberá interrumpir sus entrenamientos. Y eso si que afecta a un deportista de elite. Pero si el problema persiste, es probable que la zona quede dañada de manera permanente y se tenga que extirpar la oreja.

¿Cómo se trata?

Como explicamos unas líneas más arriba, cuando se produce la ‘oreja de coliflor’ el cartílago se separa de la piel, y en un intento de curarse a sí misma causa hemorragias en la zona.

Para corregir en ‘algo’ la protuberancia lo que hacen los propios peleadores es drenar la sangre de su oreja con una jeringa. Otras veces requieren de suturas, cuando su condición se encuentra en un estado crítico.

El problema con los profesionales, es que pese al drenaje ellos seguirán peleando. Así que aunque hagan esta ‘técnica’ una y otra vez avanzarán en círculos. En ese caso se drena, se usan unos tapones nasales en ambos lados de la oreja y se sutura.

¿Y si la herida se infecta? En ese caso, para evitar que se propague la infección, se debe acudir a un recinto hospitalario para que se le administren antibióticos. Si eso no sucede se puede perder la capacidad auditiva y el entumecimiento o pérdida de la sensibilidad en la zona deformada.

Obviamente el médico le recomendará no practicar más deportes de contacto, aunque sabemos que eso no sucederá y es por eso que suelen verse después lesiones como las de los peleadores de artes marciales mixtas.

Señalar que en el mundo de la UFC peleadores como Frankie Edgar, BJ Penn, Shigeki Uchiyama, Randy Couture, entre otros, son reconocidos por sufrir esta deformación.

A continuación algunas imágenes de la ‘oreja de coliflor’.

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