La selección boliviana es campeona del mundo. La frase parece irreal, un disparate, un chiste cruel, un arrebato de un forofo recalcitrante. Pero es verdad. El triunfo de los altiplánicos frente a Argentina en la última fecha de las clasificatorias los puso en la cima, al menos a la luz de un curioso sistema.

El Unofficial World Football Championship (UWFC), Torneo Mundial No Oficial de Fútbol, es una competencia que define al “mejor de todos” de la misma forma en que se hace en el boxeo. Para saber quién es el monarca se pacta una pelea por el título entre el actual campeón y un retador. En la UWFC, la selección reinante pone en juego su honor en cada partido de clase A de la FIFA. Para conservarlo debe ganar o, al menos, empatar. La diferencia con el pugilismo es que no hay división de organizaciones ni títulos continentales.

Por eso es que hoy Bolivia reina en una competición que está entre la tradición y el disparate. La selección de Mauricio Soria derrotó a una pálida Argentina, que ostentaba el título luego de vencer a la selección chilena en el Monumental de Núñez. La Roja, en tanto, lo había conseguido después de batir a Uruguay el año pasado y, con anterioridad, lo había conquistado en las últimas dos finales de Copa América frente a los trasandinos.

Pero, ¿de dónde viene todo esto?, ¿cuál fue el primer campeón?, ¿qué relación tiene este título con el Mundial de la FIFA?

Si bien la competencia fue creada en 2002 por el periodista inglés Paul Brown, la línea de tiempo que hoy tiene como último eslabón a los bolivianos tiene su origen en el siglo XIX. Los 978 partidos de la UWFC tuvieron inicio en 1872, cuando escoceses e ingleses disputaron el primer cotejo internacional de la historia en Patrick. La igualdad sin goles dejó vacante el título para el próximo encuentro. Meses más tarde, Inglaterra venció a Escocia en su feudo y se convirtió en el primer Campeón Mundial No Oficial de la historia. Ambas selecciones siguieron jugando entre sí hasta que Gales entró a la competencia en 1876 e Irlanda en 1882.

Pasaron 33 años para que un partido internacional se disputara fuera de los márgenes del Reino Unido. Hungría recibió a Inglaterra en Budapest y perdió 2-4. Solo días después, el “equipo de la Rosa” fue a Austria para demoler a los locales con un indecoroso 1-8. El título siguió pasando por manos británicas en los próximos 39 encuentros. El fútbol, creían, era una cosa de ellos y de nadie más.

Ninguna de las selecciones del Reino Unido disputó los mundiales del ’30, del ’34 y del ’38, por lo que la UWFC aún no se ponía en juego en el campeonato de fútbol más importante del orbe.

Recién en 1950 el trofeo no oficial asomó en una Copa del Mundo. Y el retador, sin quererlo, fue Chile, que había quedado en el mismo grupo que los ingleses. El equipo entrenado por Alberto Buccicardi, y liderado en cancha por Sergio “Sapito” Livingstone, sucumbió en el magno desafío ante los “inventores del fútbol”. Pero la “Roja” tendría su revancha. Estados Unidos, por entonces un equipo amateur, dio el golpe a la cátedra y venció a Inglaterra por 1-0. En el último cruce de fase de grupos, Chile vapuleó a los “yanquis”. Atilio Cremaschi (2), Jorge Robledo, Andrés Prieto y Fernando Riera convirtieron al seleccionado nacional en el primer sudamericano “campeón de todos los pesos”.

Como Chile quedó eliminado en primera ronda, el campeón del Mundial, Uruguay, no pudo tener el título de la UWFC. Los “charrúas” no son los únicos que no han podido homologar las competencias. De hecho, puede pasar que el campeón de la UWFC ni siquiera asista a la cita planetaria. Sin embargo, nueve finales de Mundial han sido también encuentros por la gloria no oficial. Brasil se lo quitó a Suecia en el ’58, Alemania a la “Naranja Mecánica” en el ’74, Argentina a Holanda en el ’78, Italia lo retuvo ante Alemania en el ’82, al igual que la “Albiceleste” en el ’86, Francia se lo sacó a Brasil en el ’98, España a Holanda en el 2010 y Alemania se cobró revancha de Argentina en el 2014.

Pero a diferencia de la Copa de la FIFA, título que ha pertenecido solo a una casta privilegiada, el trofeo no oficial ha pasado por países sin mucha tradición. La globalización extrema del deporte rey y la suerte que no se extiende más allá de un partido ha permitido a Georgia, Corea del Norte, Japón, Angola, Zimbabue y Kuwait, entre otros, tenerlo entre sus manos. El que más veces lo ha conquistado es Escocia. En la UWFC un país que nunca pasó de ronda en un mundial es el que domina. Segundo aparece Inglaterra y tercera Argentina, la mejor ubicada de Sudamérica.

Cada campeón recibe la copa virtual C.W. Alcock, nombrada así en honor al creador de la FA CUP, y una réplica de la mascota oficial de la competición, un dinosaurio llamado Hughie.

Bolivia defenderá su título cuando el próximo 31 de agosto viaje hasta Lima para medirse contra Perú. De ganar, Chile tendrá una nueva oportunidad para ser “campeón del mundo” en la próxima doble fecha de las clasificatorias a Rusia 2018.