No quedaba nada. El Arsenal perdía una oportunidad única de quedar como sublíder de la Premier, pero había alguien que tenía algo que decir al respecto. Su nombre: Alexis Sánchez.

Al minuto 97 el árbitro cobró falta penal y el ‘niño maravilla’ pidió el balón. Los ‘gunners’ igualaban 1-1 con el Burnley, y les urgía el triunfo.

Alexis no destiñó. Tomó el esférico y con una jerarquía tremenda, esa que solo poseen los grandes, picó la pelotita y dejó sin opciones al meta rival. Golazo, 2-1 y los ‘gunners’ que vuelven a soñar con la Premier.