Milagro en el área portuguesa. Así se puede describir la acción en la que los lusos se salvaron tras un remate de André-Pierre Gignac que dio en el vertical derecho del arco que defendía Rui Paatrício.

Corría el segundo minuto de descuento (90′ +2) y los franceses no querían llegar al alargue, sin embargo el palo vino en auxilio de Portugal y cerró la puerta a la posibilidad que buscó el equipo anfitrión hasta el último minuto.

El atacante dejó a Pepe y a toda la defensa de Portugal ‘atornillada’ en área chica y luego de un remate algo mordido, el balón rodó caprichosamente directo al palo de la mano derecha. ¡Increíble pero cierto!

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