Un sólo tema había este domingo en la capital de la región de Los Lagos y alrededores, al menos para los fanáticos del fútbol: la posibilidad que Deportes Puerto Montt volviese a la Primera División después de nueve años.
Los delfines deambularon entre Primera B y Segunda División Profesional tras bajar de la máxima categoría del fútbol chileno en 2007, por lo que expectación de los fanáticos se trasladó hasta el Chinquihue, escenario donde la escuadra de Erwin Durán buscaba superar a Everton en la final de vuelta por el segundo ascenso a la división de honor.
En la ida los ruleteros ganaron por 3-1, resultado que no impidió que los hinchas llenaran el estadio, quienes confiaban en la remontada de su equipo.
Se sabía que el reducto que albergó el Mundial sub-17 de 2015 iba a contar un lleno total, por lo que la Municipalidad local instaló una pantalla gigante en la plaza de la ciudad, para que aquellos que no alcanzaron a compras sus entradas vieran el pleito en dicho lugar.
Desafortunadamente para las aspiraciones de los puertomontinos, el tanto de penal de Bibencio Servín no sirvió para la consecución del objetivo (el global terminó 3-2 a favor de los oro y cielo). La tristeza se apoderó de la parcialidad local, sobre todo en los instantes finales del match, cuando los albiverdes no podían romper la defensa del cuadro de Héctor Tapia.
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