El 29 de marzo de 1998 no era un día cualquiera para una gran mayoría de nuestro país. Ese domingo las miradas de millones de compatriotas estaban dirigidas a Miami, Estados Unidos, a la espera poder observar un hecho histórico para el deporte nacional: la posibilidad de que uno de los nuestros se subiera a lo más alto de una disciplina deportiva.

Se trataba de Marcelo Ríos, quien a los 22 años se encontraba ante la oportunidad de encabezar el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Una opción a la que llegó luego de un inicio de año a gran nivel: título en Auckland, final en el Grand Slam de Australia, semifinales en Memphis y título en el Super 9 (actual Master Series) de Indian Wells.

Pero el buen andar de Ríos se prolongó en el Super 9 de Key Biscayne (Miami), popularmente conocido entonces como Lipton. En ese certamen despachó a los alemanes Hendrik Dreekmann y Tommy Haas, el croata Goran Ivanisevic, el sueco Thomas Enqvist y al inglés Tim Henman. Resultados que le permitieron llegar a la final con la opción concreta de ser número uno del mundo si conseguía un triunfo.

Eso si, en el duelo definitorio no la tendría fácil, ya que al frente estaría una de las grandes leyendas del tenis estadounidense y mundial: Andre Agassi, quien vivía el inicio del ‘segundo aire’ de su carrera y quería confirmarlo con el título. Un encuentro prometedor debido al innegable talento de ambos jugadores.

Archivo | AFP

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Y las predicciones de un buen juego no estuvieron erradas. Los asistentes al court central de Crandon Park (entre ellos cerca de tres mil chilenos) disfrutaron del talento de ambos jugadores, aunque con predominio del ‘Chino’, que lograba imponerse en los puntos claves y sacar adelante los dos primeros sets, con ajustados parciales de 7-5 y 6-3.

Ya en la tercera manga, se esperaba la reacción de Agassi bajo el sol de Miami. Pero Ríos logró soportar los embates y deleitar con precisos golpes al público nacional, que eufórico hacía parecer que se trataba de un duelo por Copa Davis.

Así llegó el último punto. Saque del ‘Chino’ y Agassi envía la devolución larga, sellando un parcial de 6-4. Marcelo Andrés Ríos Mayorga se convertía en el primer tenista latinoamericano en ser número uno del mundo, terminando además con la racha de 102 semanas de Pete Sampras al mando del ranking.

Una victoria histórica para el deporte, pero también para una generación de compatriotas, quienes se tomaron las calles para celebrar que uno de los suyos era capaz de triunfar e imponerse como el mejor de todos. Un día inolvidable que, tras 18 años, te invitamos a recordar en BioBioChile.cl.

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