Este martes 29 de marzo el tenis chileno está de fiesta. Un día como hoy pero hace 18 años (1998), Marcelo Ríos alcanzaba el primer lugar de la ATP tras superar a Andre Agassi en sets consecutivos, desatando los festejos en todo el país.

Eso sí, 5 años antes de llegar a la cima del tenis mundial, el ‘Chino’ hacía lo propio en la categoría juvenil, como presagiando que escribiría su nombre con letras doradas en esta disciplina.

Este último acontecimiento, logrado a los 17, provocó que el ‘zurdo de Vitacura’ empezara a alcanzar reconocimiento en Chile. De hecho, la propia Federación de Tenis armaría un duelo de exhibición ‘de lujo’ para celebrar al deportista.

Fue en noviembre de 1993 que la dirigencia nacional contactó al español Emilio Sánchez Vicario, 43 del ATP y que en su momento fue top-ten, para que viniese a jugar con la joven promesa. El hispano aceptó y el amistoso se puso en marcha.

Todo iba perfecto. El encuentro se pactó en el Court Central del Estadio Nacional e incluso contaría con la transmisión de Megavisión. Sin embargo, las cosas se complicarían.

¿Qué ocurrió? Como lo cuenta el periodista Nelson Flores en el libro ‘El extraño de pelo largo’, desde la señal televisiva surgió la necesidad de saber cuánto tiempo duraría el enfrentamiento para poder vender publicidad. Aunque, más que consultar, la idea era instar a la ‘cúpula’ de Ríos a que el juego durara lo más cercano a dos horas.

Así, los directivos del tenis nacional, específicamente el presidente Javier Flores, encargaron a Hans Gildemeister -en ese tiempo asesor de la entidad- hacerle llegar al ‘Chino’ la ‘urgencia’ de jugar tres parciales, incluso persuadiéndolo de la llamada ‘regla no escrita’ de este deporte para los duelos no oficiales. Esto es que el primer set se juega en serio, el segundo lo gana el que va perdiendo y el tercero nuevamente va con los dos a sus máximas capacidades.

“Ni cagando. Yo juego a ganar. No tengo por qué regalarle ningún set, ni ninguna huevada a nadie. No acepto. Que se vayan todos a la cresta”, fue la contundente respuesta de Ríos que, obviamente, no agradó a los directivos.

Pero las cosas empeorarían. Tal como lo había anticipado, Marcelo entró a ‘barrer’ con su experimentado rival y se llevó el partido con facilidad.

Fue 6-3 y 6-4 en un poco más de una hora, apenas por sobre lo mínimo para vender publicidad. De esta manera, el canal no pudo sacar grandes réditos del cotejo y además se vio obligado a ‘rellenar’ el bloque que contemplaba dos horas.

Así el ‘Chino’ hizo gala de su carácter, perjudicó a la TV y también protagonizó su primer ‘quiebre’ con la Federación.