Un puñado de hinchas había juntado dinero para poder cumplir el sueño de ver a su equipo, Peñarol, en su debut en Copa Libertadores. Pero una situación bastante inusual ocurrió en medio del largo viaje que emprendieron desde Uruguay con rumbo a Lima, Perú.

Resulta que los aficionados pagaron un bus junto a la barra brava aurinegra y emprendieron la excursión de más de 4 mil kilómetros para ver a Peñarol enfrentarse a Sporting Cristal.

Pero nunca imaginaron que el viaje se transformaría en todo un ‘calvario’. No aguantaron el ‘ambiente’ al interior del medio de transporte y terminaron bajándose del bus en pleno desierto de Atacama, en Arica, al norte de Chile en la frontera con Perú.

Allí, el pequeño grupo de hinchas se contactó con sus familiares en Fray Bentos y les pidieron dinero para los pasajes de regreso a Uruguay, tras cruzar Chile y Argentina, consignó Ovación.