El Bayern München se sumó a la moda de los desafíos con el balón y puso a prueba a sus jugadores con el “Crossbar Challenge”, juego que consta en tratar de apuntarle con el esférico al travesaño desde el punto penal.

El juego comenzó (1 punto para aquel que le diera al travesaño y 3 para el que convertía tras el lanzamiento) y de a poco los jugadores comenzaron a darle a sus objetivos.

Pero el alemán Thomas Müller no lograba conseguir el desafío y finalmente se quedó en la última posición con solo un punto.

¿El castigo? Ponerse de espaldas en la línea del arco y esperar a que uno de sus compañeros le diera con un pelotazo donde ‘más duele’.

Y fue Holger Badstuber quien no tuvo piedad y con un certero disparo encajó en balón en el trasero del delantero.

Como se puede ver Müller solo atino a reírse y expresar un tanto de dolor por el golpe.