No lo está pasando bien. Ronda Rousey, ex campeona peso gallo del UFC, ‘rompió el silencio’ con la prensa tras la ‘paliza’ sufrida a manos de Holly Holm el pasado 15 de noviembre, día en que cayó su reinado.

Recordemos que Rousey cayó por K.O. en el segundo asalto del combate, perdiendo también su invicto en la especialidad.

A casi un mes del mediático combate, Ronda reconoció en declaraciones a ESPN que “me siento avergonzada. La manera en la cual peleé fue una representación vergonzosa de mi misma”, según consigna Mundo Deportivo.

“Me golpeó en el primer asalto. Me cortó el labio y sentí un par de dientes flojos. No estaba pensando con claridad”, argumentó también Rousey, añadiendo que “estaba escupiendo la sangre a mis pies. Entonces trajeron la cubeta y pensé ‘¿por qué no escupes en la cubeta?’ Yo nunca escupo en la lona. Era como si fuera una versión torpe de mi misma”.

Además, en relación a los duros golpes de Holm que debió aguantar, Ronda Rousey realizó una dura confesión: “Pasarán de tres a cuatro meses para que pueda comer una manzana y mucho más para poder recibir un impacto”.

Sin embargo, la ex monarca ya piensa en tomar revancha con sus manos: “Necesito regresar. Necesito ganarle. Quién sabe si voy a romperme la mandíbula o perder los dientes, pero es algo que tengo que hacer”, aseguró.

Finalmente, Rousey no escondió que una segunda derrota con Holly Holm podría poner término a su carrera en las Artes Marciales Mixtas. “Me imagino que todo quedará determinado por lo que ocurra en la revancha. Todo quedará aclarado con eso. O gano y sigo, o pierdo y entonces habrá acabado”, concluyó.