Con un empate 1-1 este jueves ante el Vasco, el Corinthians de Sao Paulo se aseguró su sexto título de la liga brasileña con tres jornadas de antelación y volvió a ser el mejor equipo del país del ‘futebol’ cuatro años después y con Tite de nuevo en el banco.

Pero no todo fue festejos, pues en medio del partido se vivió una terrible entrada que perfectamente pudo transformarse en una lesión de gravedad.

Corría el minuto 62 de partido y ambas escuadras estaban empatadas sin goles, cuando el joven delantero de 18 años, Malcom, fue a pelear un balón dividido con su cabeza.

En el intento, Rodrigo, del Vasco, le propinó una tremenda patada en pleno rostro del atacante del Corinthians, mandando a su rival directamente a la lona.

Tras la acción el árbitro no dudó y expulsó a Rodrigo.