El atacante del Bayern Munich, Thomas Müller, y su entrenador Pep Guardiola protagonizaron un fuerte cruce de palabras en el entrenamiento del cuadro bávaro.

Según consignó el diario Bild, el altercado comenzó durante uno de los ejercicios, cuando Müller, Robben y Kurt jugaban juntos contra una formación defensiva, buscando abrir espacios a través de la circulación del balón.

Pero Guardiola no estaba contento con la velocidad de circulación del esférico y rápidamente entró a la cancha e increpó a Müller. Gesticulando y solando una maldición el entrenador tomó la pelota y la mandó al arco.

Acto seguido el delantero alemán no se quedó atrás y con el mismo tono de su adiestrador le respondió “entonces puedo irme a duchar”.

Cuando se calmaron los ánimos el propio delantero se acercó a Pep y le pidió disculpas:”está bien mister, me equivoqué”, y Guardiola decidió reanudar el entrenamiento.