Que el jugador de fútbol está sometido a grandes presiones durante los 90 minutos que dura un partido es conocido. La exposición ante los medios y los hinchas, la necesidad de obtener un buen resultado y la autoexigencia del futbolista son situaciones con las que deben convivir en cada juego y que debe saber manejar para evitar frustraciones.

Sino, que lo diga el colombiano Mauricio Cuero, quien ayer viernes desperdició una clara opción de gol que pudo significar el triunfo sobre la hora de su equipo, Banfield, sobre Sarmiento de Junín, en partido válido por la Primera División argentina.

El problema es que Cuero no pudo contener las lágrimas al final del juego, frustrado por la oportunidad perdida. Fue el propio atacante quien confirmó que su reacción se debió a su error, señalando que “es la primera vez que lloro por algo así. Nunca me había pasado. Tenía mucha bronca”, según recoge Diario Olé.

Vale la pena señalar que la hinchada de su cuadro, lejos de reprocharle el fallo, lo animó, al igual que algunos de los jugadores rivales. Todos, tratando de que Mauricio Cuero olvidará el incidente.

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