Cüneyt Cakir, internacional desde 2006, será el primer árbitro turco en dirigir una final de la Liga de Campeones, cuando se midan FC Barcelona y Juventus el sábado en el estadio Olímpico de Berlín.

“Evidentemente es algo que genera orgullo pero también una gran responsabilidad. Y es una doble responsabilidad ya que es la primera vez que un árbitro turco va a dirigir una final de la Liga de Campeones”, declaró Cakir en el sitio web de la UEFA.

En Berlín, el natural de Estambul, de 38 años, estará asistido por sus compatriotas Bahattin Duran y Tarik Ongun, con el sueco Jonas Eriksson como cuarto árbitro.

Sin embargo, el juez del partido no tendrá la ayuda de la tecnología de gol a su disposición, utilizada la semana pasada en este mismo estadio Olímpico en la final de Copa de Alemania, pero que todavía no fue adoptada por la UEFA.

En esta temporada, este árbitro conocido por cortar rápido el juego duro con tarjetas (196 amarillas y 8 rojas en 46 partidos entre Champions y Europa League) fue designado en tres partidos de la antigua Copa de la UEFA y en cuatro para la Liga de Campeones, entre los que está la ida de los octavos de final entre el París SG y el Chelsea.

Como su padre

Cakir siguió los pasos de su padre al optar por el arbitraje y debutó en el caliente campeonato turco en septiembre de 2011. Fue cuarto árbitro en la primera fase de eliminatorias previas de la Liga de Campeones en julio de 2003.

Su gran entrada en el escenario europeo fue en septiembre del 2010 con el partido Rubin Kazán-Barcelona en fase de grupo, después ofició un Chelsea-Spartak Moscú.

Corredor de seguros, cuando no está arbitrando, volvió a encontrarse con Barcelona y Chelsea en el Camp Nou durante las semifinales de 2012, ganada por el club londinense.

Su carrera está llena de decisiones controvertidas. Uno de sus más célebres episodios fue la expulsión del portugués Nani en los octavos de final de la Champions en 2013, dejando al Manchester United con diez jugadores ante el Real Madrid, que pasaría la eliminatoria.

En la Eurocopa-2012, destacó por la manera de hacer respetar la distancia de la barrera y también por las nueve tarjetas amarillas enseñadas en la semifinal entre Portugal y España, antes de ser cuarto árbitro en la final que ganó la selección española a Italia.

El año pasado estuvo en la Copa del Mundo de Brasil-2014, donde fue el árbitro principal en tres encuentro, incluida la semifinal entre Holanda y Argentina.