El español Rafael Nadal, defensor del título y nueve veces ganador de Roland Garros, sucumbió ante el serbio Novak Djokovic, número 1 de la ATP, este miércoles en los cuartos de final de Roland Garros.

Djokovic ganó en tres mangas, por 7-5, 6-3 y 6-1, en 2 horas y 26 minutos. Jugará en semifinales con el escocés Andy Murray.

Tras seis derrotas, las dos últimas en partidos muy igualados (semifinal de 2013 y final de 2014), Djokovic consiguió ganar a Nadal en París y puso fin al dominio del español, que había levantado el torneo en los últimos cinco años.

“Cuando juegas contra Rafa aquí, que ha perdido un partido nada más en su carrera, es increíble, por lo que estoy muy contento. Espero continuar así”, dijo Djokovic en francés nada más acabar desde la pista.

Nadal, que este miércoles cumplió 29 años, suma así su segunda derrota en Roland Garros, por 70 victorias. Antes sólo había caído una vez en este torneo, en octavos de final de 2009 ante el sueco Robin Soderling.

Inicio demoledor

Tras días de lluvia y viento, la meteorología parecía estar del lado del español. Un rato antes de empezar salió el sol en París y la temperatura subió hasta los 20 grados, pero el duelo comenzó con un Djokovic sublime, capaz de situar un 4-0 en el marcador en pocos minutos, combinando la solvencia en el juego de fondo con acertadas incursiones a la red -acertó hasta cuatro dejadas-.

Quedó para el recuerdo el punto del 4-0. Dejadas, globos y carreras imposibles hasta que Nadal acabó encontrándose con la red.

A pesar de haber perdido el aplaudido peloteo, al español le sirvió para soltar el brazo y lograr su primer break.

Encadenó entonces cuatro juegos. La máquina había empezado a carburar, mientras Djokovic recordaba que enfrente tenía a alguien que nada tenía que ver con lo que se había encontrado antes en el torneo.

Sin respuestas

Pero fue un espejismo. Nadal tenía que hacer enormes esfuerzos para estar al nivel de un Djokovic que rozaba la perfección y que selló el primer set en una hora y 7 minutos de juego.

A diferencia del primero, el segundo set comenzó con las fuerzas equilibradas, con ambos jugadores administrando energía porque la batalla parecía que se presentaba larga.

Ambos consolidaron tres veces su servicio, aunque el serbio siempre lo hacía con mayor solvencia.

Finalmente logró romper el saque a Nadal. Lo hizo en dos ocasiones consecutivas, con el español salvando hasta tres bolas de set para finalmente claudicar a la cuarta.

A estas alturas de partido Djokovic había firmado 32 golpes ganadores por 22 del español, lo que mostraba el poderío del serbio, que también protagonizó una exhibición defensiva.

En la tercera manga se acentuaron las tendenciasy Djokovic además contaba con la fortuna como aliada.

Cerró dos juegos con dos bolas que pegaron en la red y cayeron del lado del español, lo que el serbio agradeció besando la cruz que siempre le cuelga del cuello. Minutos después puso fin al largo reinado del español en París.