Se disputaba el encuentro entre Fluminense y Nova Iguacu por la Copa de Brasil cuando un hecho insólito ocurrió dentro del campo de juego, teniendo como protagonista a un pobre masajista.

Renato, jugador del “Flu” se había lesionado tras intentar dominar un balón y los médicos fueron rápidamente a socorrer al adolorido futbolista.

Al ver que su lesión muscular era considerable, el médico llamó al masajista Jerónimo Barreto, quién tuvo que acudir inmediatamente a la escena, pero su carrera quedó a medio camino ya que para sorpresa de todos, él se encontraba tirado en el piso acusando un desgarro.

Con muchas muestras de dolor, el pobre masajista tuvo que ser atendido, pero alegremente su equipo, el Fluminense pudo conseguir la victoria 4-1 por sobre su similar de Nova Iguacu y continúa su racha de triunfos en el campeonato.