Crítica de Teatro: “Tontos”

Rafael Labraña
Rafael Labraña
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Algunas canciones más romanticonas de la década 60 sintetizan el punto de vista del montaje de Juan Pablo Rosales, director de la compañía PatriaMuerta (“Puedo, podría yo…?”, “Por Joel”, “Yes, we can can”, “Porvenir… éste no éste”).

Que en las lides del amor debieran reinar las tonterías, conductas y sentimientos verdaderos y libres, capaces de demoler las barreras racionales y el típico cálculo de intereses.

En realidad, “Tontos” propone que el amor es un concepto-sentimiento híper valorado y distorsionado en la actualidad.

Por eso el montaje plantea la idea de volver a aquella sana conducta de hacer tonterías por amor, lo que no significa entregar una mirada idealizada o dulzona sobre el tema.

Por el contrario: Rosales presenta personajes que sufren el amor, atrapados en dolorosas e inmanejables situaciones de abandono y con sus ilusiones destrozadas.

Experiencias que, vuelve a plantear la obra, conllevan y valoran la capacidad y necesidad de una persona de tomar sus propias decisiones y caminar al ritmo de sus sentimientos, sin que la posibilidad del error o el fracaso coarten la iniciativa.

Rafael Labraña

Rafael Labraña

Fragmentos vitales

Todo ocurre en bar o pub, cuyo diseño inclusivo (del arquitecto Eric Cuevas) busca que el espectador sea parte del espectáculo.

Allí se desempeña una diva a mal traer que se desmorona a medida que sus interpretaciones le llegan fuerte a su propio corazón. Es la voz del amor universal y de la experiencia.

Como anfitrión del recinto ofician una mujer encapuchada de voz tonante que tiene pocos miramientos y un elegante y acogedor mozo minusválido.

Cada uno lleva una procesión interna con ciertas distorsiones en relación a la mujer o al hombre que se manifiestan a veces cuando nadie los está viendo.

Al lugar llegará también una novia desfalleciente, protagonista de una auténtica teleserie, que no sabe por qué el altar le resulta tan esquivo.

Y entre el público, cubierta por una máscara de media cara, permanecerá en silencio un personaje cuyo misterio se hace difícil desentrañar.

Aproximaciones y distancias

No todo es dolor en “Tontos”, obviamente. La tragicomedia de la vida se filtra a través de un texto que propicia las paradojas, los enredos y la exageración; y una opción corporal en las actuaciones que subraya la capacidad de juego del ser humano.

Como el espacio escénico es reducido, los integrantes del elenco -Belén Blaise, Gonzalo Durán, Denisse Torres y Male Rakela- logran una cierta aproximación cara a cara con el espectador que, en momentos, es incorporado al relato.

A su vez, el estricto manejo del director le permite construir una fisonomía y una textura global de gente patética que no impide que aflore la corriente de sentimientos y emociones de fondo que quiere relevar.

Esto coincide con una propuesta que atrapa el interés y emociona, junto con explorar las posibilidades de conocer y entender al otro.

Leopoldo Pulgar

Leopoldo Pulgar

Y todo sobre la base de aceptar que lo sensorial e instintivo, a veces manifestado con fuerza animal, son soportes legítimos e ineludibles en el juego del amor.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Espacio Ceat. Dardignac 172. Teléfono: 2 419 0993. Miércoles y jueves a las 21:30. $4.000 y $ 2.000. Hasta el 4 de Diciembre.

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Algunas canciones más romanticonas de la década 60 sintetizan el punto de vista del montaje de Juan Pablo Rosales, director de la compañía PatriaMuerta (“Puedo, podría yo…?”, “Por Joel”, “Yes, we can can”, “Porvenir… éste no éste”).

Que en las lides del amor debieran reinar las tonterías, conductas y sentimientos verdaderos y libres, capaces de demoler las barreras racionales y el típico cálculo de intereses.

En realidad, “Tontos” propone que el amor es un concepto-sentimiento híper valorado y distorsionado en la actualidad.

Por eso el montaje plantea la idea de volver a aquella sana conducta de hacer tonterías por amor, lo que no significa entregar una mirada idealizada o dulzona sobre el tema.

Por el contrario: Rosales presenta personajes que sufren el amor, atrapados en dolorosas e inmanejables situaciones de abandono y con sus ilusiones destrozadas.

Experiencias que, vuelve a plantear la obra, conllevan y valoran la capacidad y necesidad de una persona de tomar sus propias decisiones y caminar al ritmo de sus sentimientos, sin que la posibilidad del error o el fracaso coarten la iniciativa.

Rafael Labraña

Rafael Labraña

Fragmentos vitales

Todo ocurre en bar o pub, cuyo diseño inclusivo (del arquitecto Eric Cuevas) busca que el espectador sea parte del espectáculo.

Allí se desempeña una diva a mal traer que se desmorona a medida que sus interpretaciones le llegan fuerte a su propio corazón. Es la voz del amor universal y de la experiencia.

Como anfitrión del recinto ofician una mujer encapuchada de voz tonante que tiene pocos miramientos y un elegante y acogedor mozo minusválido.

Cada uno lleva una procesión interna con ciertas distorsiones en relación a la mujer o al hombre que se manifiestan a veces cuando nadie los está viendo.

Al lugar llegará también una novia desfalleciente, protagonista de una auténtica teleserie, que no sabe por qué el altar le resulta tan esquivo.

Y entre el público, cubierta por una máscara de media cara, permanecerá en silencio un personaje cuyo misterio se hace difícil desentrañar.

Aproximaciones y distancias

No todo es dolor en “Tontos”, obviamente. La tragicomedia de la vida se filtra a través de un texto que propicia las paradojas, los enredos y la exageración; y una opción corporal en las actuaciones que subraya la capacidad de juego del ser humano.

Como el espacio escénico es reducido, los integrantes del elenco -Belén Blaise, Gonzalo Durán, Denisse Torres y Male Rakela- logran una cierta aproximación cara a cara con el espectador que, en momentos, es incorporado al relato.

A su vez, el estricto manejo del director le permite construir una fisonomía y una textura global de gente patética que no impide que aflore la corriente de sentimientos y emociones de fondo que quiere relevar.

Esto coincide con una propuesta que atrapa el interés y emociona, junto con explorar las posibilidades de conocer y entender al otro.

Leopoldo Pulgar

Leopoldo Pulgar

Y todo sobre la base de aceptar que lo sensorial e instintivo, a veces manifestado con fuerza animal, son soportes legítimos e ineludibles en el juego del amor.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Espacio Ceat. Dardignac 172. Teléfono: 2 419 0993. Miércoles y jueves a las 21:30. $4.000 y $ 2.000. Hasta el 4 de Diciembre.