A cuatro meses de los Óscar, la película “Birdman” del mexicano Alejandro González Iñárritu ya está generando entusiastas críticas y rumores sobre premios para el actor Michael Keaton, quien ofrece su mejor interpretación en 20 años desde “Batman”.
En una comedia negra mezclada con realismo mágico, “Birdman” cuenta la historia de Riggan Thomson, una estrella de cine venida a menos que en su día interpretó a un superhéroe y está desesperado por revivir su carrera dirigiendo y protagonizando su propia adaptación de Broadway.
A lo largo del camino debe lidiar con su hija, encarnada por Emma Stone, recién salida de un centro de rehabilitación y que trabaja como su asistente, con su amante y coprotagonista en esta producción, Andrea Risenborough, así como con su exesposa, Amy Ryan, y un actor problemático y bebedor interpretado por Edward Norton.
Dirigida por González Iñárritu (nominado a dos Óscar por “Babel”, 2006), “Birdman” llegará este viernes a las salas estadounidenses ya consagrada por el festival de Venecia, aunque España y Latinoamérica no la verán hasta enero o febrero.
Críticos la han descrito como una de las mejores películas del año y afirman que Keaton ofrece una actuación digna de un Óscar, quien ha entregado su mejor papel desde que protagonizó la versión de Batman de Tim Burton en 1989 y 1992.
“Birdman es tan bueno que su calidad es francamente emocionante”, expresó un crítico en la revista Forbes.
“Nunca me vinculé menos a un personaje que a Riggan, pero le entiendo en muchos niveles porque es un hombre visceral, verdadero y tremendamente humano”, dijo Michael Keaton, de 63 años, quien durante años no ha protagonizado titulares en el mundo del cine y quien ha tratado de separar su vida real de sus personajes en la pantalla.
Primera comedia de Iñárritu
La película se filmó en el St. James Theater de Nueva York, donde el personaje de Keaton adapta una pieza corta de Raymond Carver, “De qué hablamos cuando hablamos de amor”.
“Birdman” es una de las primeras comedias que filma Iñárritu, cuyas anteriores producciones han sido mayormente tragedias como “Amores Perros” (2000), “21 gramos” (2003) y “Biutiful” (2010).
“Tras tomar tanta comida picante decidí que quería un postre y algo de descanso para mi barriga”, bromeó el cineasta.
Pero apuntó que aunque el formato de sus otras películas es distinto, el mensaje es el mismo.
Según dice, encuentra “increíblemente trágico” pero también “hermoso y divertido” que los humanos fracasen en sus solemnes intentos por triunfar.
“Creo que es la única manera en que nosotros como humanos podemos sobrevivir, riéndonos de nosotros mismos un poquito y pasándolo un poco mejor”, subrayó.
En la película, Iñárritu se mofa de la definición moderna de éxito, basada en el número de “me gusta” en Facebook o de seguidores en Twitter.
No obstante, cuenta que “el ADN de la película” es la pieza de Carver sobre tratar de ser realmente amado en esta vida.
“Esto es lo que los seres humanos buscan, creo que sin importar quién eres, y creo que Riggan Thomson busca validación, amor, afecto”.
