Sólo hombres en roles femeninos en obra donde el cáncer de mamas es metáfora del discurso patriarcal

Historias de Amputaciones a la Hora del Té, Teatro Ladrón de Bicicletas (c)
Historias de Amputaciones a la Hora del Té, Teatro Ladrón de Bicicletas (c)
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La obra de Carla Zuñiga, discípula de Juan Radrigán, asume el cáncer de mamas como metáfora del discurso patriarcal que modela el cuerpo de la mujer y decide sobre él, que estipula lo que es belleza y cómo debe vivir su vida el género femenino, es el centro de la comedia negra “Historias de Amputaciones a la Hora del Té”, escrita por Carla Zúñiga, discípula de Juan Radrigán y dirigida por Javier Casanga, la misma dupla de “Sentimientos”. La obra se presenta en el Teatro “Ladrón de Bicicletas”.

La trama gira en torno de Laurita, una chica de 20 años que padece cáncer de mamas y tiene sólo una semana de vida. Su gran deseo es conocer a su padre. Ella vive con su abuela de 80 años, Laura, quien hace todo lo que está a su alcance para cumplir ese anhelo y aliviar su enfermedad.

En escena desfilan una serie de personajes femeninos, todos encarnados por varones. Es así como Laurita es representada por Felipe Zepeda y su abuela por Sebastián Ibacache Montt. Jaime Leiva, Daniel Alarcón Prieto, David Gaete, Gopal Ibarra Roa, Vicente Cabrera, Italo Spotorno y Francisco Celhay ponen en escena una pléyade de mujeres que gira en torno a las protagonistas.

Javier Casanga (29), explica que como compañía querían hacer una obra que
hablara del concepto de fealdad en la mujer, “del prototipo de mujer universal que vende la propaganda y esclaviza el cuerpo femenino. El cáncer afecta y condiciona el cuerpo femenino, atenta contra el estereotipo que impone el mercado de una mujer con medidas 90- 60- 90”.

La dramaturga, Carla Zúñiga (28), apunta que son hombres “los que debaten sobre lo que es belleza o no, los que opinan sobre el aborto, los que ponen mujeres sin ropa en los comerciales para promocionar cualquier cosa”. Carla pone de ejemplo que un hombre puede ser feo, pero no una mujer; o que un hombre mayor es interesante y una mujer madura es catalogada de vieja.

Por eso, y para radicalizar el discurso, decidieron que fueran hombres los que interpretaran a los personajes femeninos. El director precisa que no se trata de travestismo, sino de hombres que se ponen discursivamente en el lugar femenino. “Más que hacer una maqueta trabajamos con estereotipos y prototipos, pero ese grotesco, esa exacerbación se produce porque el instante emotivo es demasiado potente. Los actores deben exacerbar su emotividad desde dentro no dibujarla, estamos hablando un tema delicado y sensible, el púbico siempre va a tener un cercano con cáncer”, explica.

Si bien los actores visitaron enfermos de cáncer en los hospitales Arturo López Pérez y Calvo Mackenna, la dramaturga no hizo investigación en terrero. “Escribo desde mí misma, tuve un ser muy cercano que murió de cáncer. Es un tema que nos interesa mucho, sabíamos que había que tratarlo con cuidado y delicadeza”.

La obra trascurre en la habitación de la protagonista y se trabajó un dispositivo escénico de dimensiones reducidas para dar la sensación de encierro. La habitación está constantemente siendo invadida por otros cuerpos. En este sentido, Casanga precisa que “radicalmente trabajamos la pérdida de la privacidad. La habitación como único lugar re sanación”.

El diseño de vestuario se enfoca en rescatar los arquetipos que definen el género femenino, para trasladarlos luego a cuerpos masculinos para cuestionar la visión social de un concepto de femineidad que por siglos ha estructurado el cuerpo de la mujer.

La compañía: La Niña Horrible se forma en 2012 a partir del deseo de Carla Zúñiga y Javier Casanga, ambos formados en la universidad ARCIS, de trabajar las temáticas de género. Se caracteriza por un lenguaje escénico irónico y crítico, y el nombre escogido implica hablar desde el lugar de la discriminación o la abyección. Carla Zúñiga es autora de textos como “Sentimientos”, “El Deseo” “El Hombre del Cartel”, “La Mujer que Estafó al Viejito Pascuero”, entre otras. Como actor Javier Casanga ha participado en una decena de obras y, como director, “Historias de Amputaciones a la Hora del té” es su segunda entrega.

Ficha Artística
Dirección: Javier Casanga
Asistentes de montaje: Diego Cubillos y Carla Zúñiga
Producción: Daniel Alarcón Prieto
Elenco: Felipe Zepeda, Sebastián Ibacache Montt, Jaime Leiva, Daniel Alarcón Prieto, David Gaete, Gopal Ibarra Roa, Vicente Cabrera, Italo Spotorno , Francisco Celhay
Música y arreglos: Alejandro Miranda Raposo
Diseño de escenografía: Sebastian Escalona
Diseño de vestuario: Elizabeth Pérez
Diseño de iluminación: José Miguel Carrera
Diseño Gráfico: María Paz Alvarado.

Estreno 9 de julio
Temporada del 11 de julio al 17 de agosto
viernes y sábado 20:30 hrs.
domingo 19:30 hrs.
Entrada general $5.000
Estudiantes y 3era edad $3.000
Teatro Ladrón de bicicletas
Dardignac 0163, Providencia
Reservas 27 77 05 36 o reservas@ladrondebicicletas.com

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La obra de Carla Zuñiga, discípula de Juan Radrigán, asume el cáncer de mamas como metáfora del discurso patriarcal que modela el cuerpo de la mujer y decide sobre él, que estipula lo que es belleza y cómo debe vivir su vida el género femenino, es el centro de la comedia negra “Historias de Amputaciones a la Hora del Té”, escrita por Carla Zúñiga, discípula de Juan Radrigán y dirigida por Javier Casanga, la misma dupla de “Sentimientos”. La obra se presenta en el Teatro “Ladrón de Bicicletas”.

La trama gira en torno de Laurita, una chica de 20 años que padece cáncer de mamas y tiene sólo una semana de vida. Su gran deseo es conocer a su padre. Ella vive con su abuela de 80 años, Laura, quien hace todo lo que está a su alcance para cumplir ese anhelo y aliviar su enfermedad.

En escena desfilan una serie de personajes femeninos, todos encarnados por varones. Es así como Laurita es representada por Felipe Zepeda y su abuela por Sebastián Ibacache Montt. Jaime Leiva, Daniel Alarcón Prieto, David Gaete, Gopal Ibarra Roa, Vicente Cabrera, Italo Spotorno y Francisco Celhay ponen en escena una pléyade de mujeres que gira en torno a las protagonistas.

Javier Casanga (29), explica que como compañía querían hacer una obra que
hablara del concepto de fealdad en la mujer, “del prototipo de mujer universal que vende la propaganda y esclaviza el cuerpo femenino. El cáncer afecta y condiciona el cuerpo femenino, atenta contra el estereotipo que impone el mercado de una mujer con medidas 90- 60- 90”.

La dramaturga, Carla Zúñiga (28), apunta que son hombres “los que debaten sobre lo que es belleza o no, los que opinan sobre el aborto, los que ponen mujeres sin ropa en los comerciales para promocionar cualquier cosa”. Carla pone de ejemplo que un hombre puede ser feo, pero no una mujer; o que un hombre mayor es interesante y una mujer madura es catalogada de vieja.

Por eso, y para radicalizar el discurso, decidieron que fueran hombres los que interpretaran a los personajes femeninos. El director precisa que no se trata de travestismo, sino de hombres que se ponen discursivamente en el lugar femenino. “Más que hacer una maqueta trabajamos con estereotipos y prototipos, pero ese grotesco, esa exacerbación se produce porque el instante emotivo es demasiado potente. Los actores deben exacerbar su emotividad desde dentro no dibujarla, estamos hablando un tema delicado y sensible, el púbico siempre va a tener un cercano con cáncer”, explica.

Si bien los actores visitaron enfermos de cáncer en los hospitales Arturo López Pérez y Calvo Mackenna, la dramaturga no hizo investigación en terrero. “Escribo desde mí misma, tuve un ser muy cercano que murió de cáncer. Es un tema que nos interesa mucho, sabíamos que había que tratarlo con cuidado y delicadeza”.

La obra trascurre en la habitación de la protagonista y se trabajó un dispositivo escénico de dimensiones reducidas para dar la sensación de encierro. La habitación está constantemente siendo invadida por otros cuerpos. En este sentido, Casanga precisa que “radicalmente trabajamos la pérdida de la privacidad. La habitación como único lugar re sanación”.

El diseño de vestuario se enfoca en rescatar los arquetipos que definen el género femenino, para trasladarlos luego a cuerpos masculinos para cuestionar la visión social de un concepto de femineidad que por siglos ha estructurado el cuerpo de la mujer.

La compañía: La Niña Horrible se forma en 2012 a partir del deseo de Carla Zúñiga y Javier Casanga, ambos formados en la universidad ARCIS, de trabajar las temáticas de género. Se caracteriza por un lenguaje escénico irónico y crítico, y el nombre escogido implica hablar desde el lugar de la discriminación o la abyección. Carla Zúñiga es autora de textos como “Sentimientos”, “El Deseo” “El Hombre del Cartel”, “La Mujer que Estafó al Viejito Pascuero”, entre otras. Como actor Javier Casanga ha participado en una decena de obras y, como director, “Historias de Amputaciones a la Hora del té” es su segunda entrega.

Ficha Artística
Dirección: Javier Casanga
Asistentes de montaje: Diego Cubillos y Carla Zúñiga
Producción: Daniel Alarcón Prieto
Elenco: Felipe Zepeda, Sebastián Ibacache Montt, Jaime Leiva, Daniel Alarcón Prieto, David Gaete, Gopal Ibarra Roa, Vicente Cabrera, Italo Spotorno , Francisco Celhay
Música y arreglos: Alejandro Miranda Raposo
Diseño de escenografía: Sebastian Escalona
Diseño de vestuario: Elizabeth Pérez
Diseño de iluminación: José Miguel Carrera
Diseño Gráfico: María Paz Alvarado.

Estreno 9 de julio
Temporada del 11 de julio al 17 de agosto
viernes y sábado 20:30 hrs.
domingo 19:30 hrs.
Entrada general $5.000
Estudiantes y 3era edad $3.000
Teatro Ladrón de bicicletas
Dardignac 0163, Providencia
Reservas 27 77 05 36 o reservas@ladrondebicicletas.com