Fotografía: ARCHIVO | Saul Loeb | AFP

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  • El financiamiento de la CIA a los opositores del gobierno de Salvador Allende y las maniobras de Manuel Contreras para evitar la justicia, fueron dos de las principales preocupaciones de las autoridades de Estados Unidos en la década del ’70, de acuerdo a nuevos archivos desclasificados por el Departamento de Estado de ese país, referentes al asesinato en Washington del ex canciller chileno, Orlando Letelier.

    En un cable fechado el 27 de marzo de 1978, el embajador de Estados Unidos en Chile, George W. Landau, dio cuenta de su preocupación sobre las repercusiones que podría tener una investigación sobre la corporación IT&T, un conglomerado estadounidense que controlaba la Chilean Telephone Company IT&T (Chitelco) y que fue conocido por su férrea oposición a la Unidad Popular (UP).

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    En el documento desclasificado este viernes por el Departamento de Estado de EEUU, Landau advierte que si la investigación concluía se revelaría que la empresa aportó dinero a la oposición de Allende en las elecciones, que la “CIA subvencionó al diario chileno más antiguo, El Mercurio” el cual se opuso fuertemente a Allende y que la CIA aportó dinero “a políticos del Partido Nacional y la Democracia Cristiana” para oponerse a Allende.

    De todos modos, en el telegrama Landau aseguraba que si esa información salía a la luz pública, tanto los políticos involucrados como los dueños de “El Mercurio” tendrían la virtud de que sus acciones intentaban “salvar a Chile de Allende y el comunismo”. En su análisis, constataba que la DC podría ser el partido más afectado.

    Los intentos de Contreras por evadir la justicia

    En los mismos archivos dados a conocer, que complementan el “Proyecto de Desclasificación Chile”, iniciado en 1999, se entregan nuevos antecedentes sobre los intentos de Manuel Contreras, el ex jefe de la DINA, la policía secreta de Augusto Pinochet, por evitar la justicia tras el asesinato de Letelier, el 21 de septiembre de 1976.

    “Manuel Contreras llamó la noche del 23 de agosto (1978) y dijo que tenía un asunto urgente que discutir”, dice un cable fechado el 24 de agosto del mismo año, que envió Landau a la Secretaría de Estado de su país.

    El nombre de la persona a la que llamó Contreras aparece tarjado en el cable, pero el asunto que quería discutir no. Su idea era llegar a un arreglo que beneficiara a “todas las partes” y así evitar la justicia.

    Es así cómo Alvaro Puga, el ex asesor comunicacional de la DINA, se contactó con representantes del gobierno de Estados Unidos en Chile a quienes les dijo que “los abogados de Contreras, Sergio Miranda y Humberto Olavarría, arribarían a Washington el 28 de agosto” para sostener reuniones “con representantes del Departamento de Justicia y de la CIA ‘para negociar’ una solución del caso Letelier que satisfaga a todas las partes”.

    Pese a que Puga aseguró no tener detalles de la propuesta de los abogados, el documento enviado por el embajador de Estados Unidos en Chile a su país, sostiene que “una insinuación de chantaje surgió cuando él (Puga) dijo que Contreras estaba seguro que no habían suficientes pruebas contra él para extraditarlo o para llevarlo a la Corte Chilena”.

    Sin embargo, Puga sí afirmó que Contreras podía revelar detalles que complicarían al gobierno de Estados Unidos y al chileno, por lo que era conveniente “llegar a un acuerdo en Washington que impida su extradición”.

    Infiltración a la DINA y el intento de asesinato de Pascal Allende

    Otro de los cables desclasificados por el Departamento de Estado de EEUU, da cuenta de una infiltración que sufrió la DINA en 1976 por parte del agente venezolano Rolando Otero Hernández, vinculado también a grupos anti castristas.

    “La infiltración de Otero tenía el propósito de saber qué hacía la DINA y cómo operaba”, dice el cable fechado en julio de 1977, que envió la Secretaría de Estado de EE.UU. a su embajada en Caracas, Venezuela. “La infiltración de Otero fue exitosa”, agrega el documento.

    La DINA encomendó inmediatamente una misión a su nuevo agente, según los documentos desclasificados. “Oficiales de la DINA le ordenaron (a Otero) viajar a Costa Rica en febrero de 1976 para matar a (Andrés) Pascal Allende y a su pareja”, dice el cable.

    Pascal Allende fue miembro de la Comisión Política del MIR y tras la muerte de Miguel Enríquez asumió la conducción de la organización. En 1975 fue emboscado por la DINA, pero se refugió en la embajada de Costa Rica iniciando luego un largo exilio desde donde comandó la denominada “Operación Retorno”.

    “Otero no llevó a cabo la misión”, dice el cable, en el que se cuestiona el fracaso de la misión pese a la entrega de cuantiosa información para concretarla.

    Todos los documentos asociados a la nueva y última desclasificación del expediente del caso Letelier, están disponibles en el sitio especial para estos efectos, del Departamento de Estado de Estados Unidos.

    Revisa algunos de ellos a continuación:

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