Rolling Stones deleitaron al Estadio Nacional en el inicio de su gira ‘América Latina Olé’

ARCHIVO | Agencia UNO
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“Start me up”, fue la canción elegida por Rolling Stones para encender la llama de su gira latinoamericana ‘ Olé‘ que este miércoles comenzó a rodar en Santiago de Chile, con unos 55.000 fanáticos que rockearon al ritmo frenético de Mick Jagger y su mítica banda.

En su vuelta a la región tras una década, los británicos apostaron a un descomunal despliegue escénico con un juego exquisito de luces, pantallas gigantes y fuegos artificiales, sólo superados por el talento de cuatro veteranos que una vez más desafiaron al paso del tiempo con su vitalidad.

Con pantalón y remera negra, bien ceñidos al cuerpo, camisa y una colorida chaqueta, la delgada silueta de Jagger saltó a escena pasadas las 21:00 horas e inició una fiesta que se extendió por más de dos horas ante un repleto recinto.

AFP

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A sus 72 años, Jagger lideró las interpretaciones magistrales de los clásicos de la banda y bailó desenfrenadamente al ritmo de rock and roll y hasta le quedó aliento para interactuar con su público en fluido español.

“Es muy bueno estar de vuelta en este estadio, con su historia tan accidentada… Como ganar la Copa América”, dijo Jagger.

Un guiño al presente de un estadio que superó un pasado de horror, en el que fue centro de detención de la dictadura de Augusto Pinochet, para ser un elegido de las grandes bandas en su llegada a Sudamérica.

“Está bacán (bien) estar acá. Hace 21 años que no hemos estado acá. Veo que hay muchos edificios fálicos ahora”, comentó Jagger desatando las risas del público que festejó cada discurso en español del músico.

Pero el vocalista no fue el único protagonista de una noche de nivel mundial en la que también brillaron Charlie Watts, Ron Wood y Keith Richards, que se ganó una gran ovación al tocar “You got the silver” y “Happy”.

-¿La despedida?-

Con más de seis décadas de rodaje en sus venas, los británicos llegan una vez más a Latinoamérica y muchos de sus fanáticos consideran a esta gira una oportunidad única y tal vez irrepetible de tener a sus ídolos cerca.

“Tenía que ver esto, ellos son viejos y yo soy bastante viejo. Esta puede ser la despedida, pero ahora me puedo morir tranquilo”, dijo a la agencia de noticias AFP Antonio Funes al inicio del recital.

AFP

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Sobre las rejas que separaban a los espectadores del fin de una larga pasarela, que Jagger transitó a velocidad por varios tramos del show, Enrique, de 63 años, asegura que ver a los Rolling Stones en su país es lo que le faltaba a su vida.

“Tenía que estar, ellos demuestran que la vida no se termina a los 60 años. Son grandes de verdad, fieles a su estilo, inspiran”, comentó Enrique.

A diferencia de Enrique, miles de jóvenes -que nacieron cuando ya los Rolling eran leyenda- se sumaron a la fiesta, en su mayoría con camisetas impresas con la lengua que simboliza a la banda.

AFP

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Sin bajar la intensidad, la banda nacida en Londres en los 60 siguió tocando éxitos como “She’s a Rainbow” –elegida por el público en una votación a través de las redes sociales, la romántica “Wild Horses, pero el momento más explosivo de la velada llegó con “Sympathy for the Devil”, acompañada por imágenes impactantes que acompañaban la letra de la canción desde las gigantescas pantallas.

“I Can’t Get no, Satisfaction”, uno de los himnos de la banda estuvo en el final de la primer presentación de Rolling Stones en una gira que los llevará por Argentina, Brasil, México y que incluirá por primera vez a Colombia, Perú y Uruguay.

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“Start me up”, fue la canción elegida por Rolling Stones para encender la llama de su gira latinoamericana ‘ Olé‘ que este miércoles comenzó a rodar en Santiago de Chile, con unos 55.000 fanáticos que rockearon al ritmo frenético de Mick Jagger y su mítica banda.

En su vuelta a la región tras una década, los británicos apostaron a un descomunal despliegue escénico con un juego exquisito de luces, pantallas gigantes y fuegos artificiales, sólo superados por el talento de cuatro veteranos que una vez más desafiaron al paso del tiempo con su vitalidad.

Con pantalón y remera negra, bien ceñidos al cuerpo, camisa y una colorida chaqueta, la delgada silueta de Jagger saltó a escena pasadas las 21:00 horas e inició una fiesta que se extendió por más de dos horas ante un repleto recinto.

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A sus 72 años, Jagger lideró las interpretaciones magistrales de los clásicos de la banda y bailó desenfrenadamente al ritmo de rock and roll y hasta le quedó aliento para interactuar con su público en fluido español.

“Es muy bueno estar de vuelta en este estadio, con su historia tan accidentada… Como ganar la Copa América”, dijo Jagger.

Un guiño al presente de un estadio que superó un pasado de horror, en el que fue centro de detención de la dictadura de Augusto Pinochet, para ser un elegido de las grandes bandas en su llegada a Sudamérica.

“Está bacán (bien) estar acá. Hace 21 años que no hemos estado acá. Veo que hay muchos edificios fálicos ahora”, comentó Jagger desatando las risas del público que festejó cada discurso en español del músico.

Pero el vocalista no fue el único protagonista de una noche de nivel mundial en la que también brillaron Charlie Watts, Ron Wood y Keith Richards, que se ganó una gran ovación al tocar “You got the silver” y “Happy”.

-¿La despedida?-

Con más de seis décadas de rodaje en sus venas, los británicos llegan una vez más a Latinoamérica y muchos de sus fanáticos consideran a esta gira una oportunidad única y tal vez irrepetible de tener a sus ídolos cerca.

“Tenía que ver esto, ellos son viejos y yo soy bastante viejo. Esta puede ser la despedida, pero ahora me puedo morir tranquilo”, dijo a la agencia de noticias AFP Antonio Funes al inicio del recital.

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Sobre las rejas que separaban a los espectadores del fin de una larga pasarela, que Jagger transitó a velocidad por varios tramos del show, Enrique, de 63 años, asegura que ver a los Rolling Stones en su país es lo que le faltaba a su vida.

“Tenía que estar, ellos demuestran que la vida no se termina a los 60 años. Son grandes de verdad, fieles a su estilo, inspiran”, comentó Enrique.

A diferencia de Enrique, miles de jóvenes -que nacieron cuando ya los Rolling eran leyenda- se sumaron a la fiesta, en su mayoría con camisetas impresas con la lengua que simboliza a la banda.

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Sin bajar la intensidad, la banda nacida en Londres en los 60 siguió tocando éxitos como “She’s a Rainbow” –elegida por el público en una votación a través de las redes sociales, la romántica “Wild Horses, pero el momento más explosivo de la velada llegó con “Sympathy for the Devil”, acompañada por imágenes impactantes que acompañaban la letra de la canción desde las gigantescas pantallas.

“I Can’t Get no, Satisfaction”, uno de los himnos de la banda estuvo en el final de la primer presentación de Rolling Stones en una gira que los llevará por Argentina, Brasil, México y que incluirá por primera vez a Colombia, Perú y Uruguay.

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