El vicepresidente de la República, Jorge Burgos, junto a la ministra del Deporte, Natalia Riffo, y a la titular de Justicia, Javiera Blanco, firmó este martes en La Moneda la promulgación de la Ley de Derechos y Deberes en el Fútbol Profesional.

De manera distendida Burgos destacó el especial significado de esta ceremonia para él, considerando que estaba firmando por primera vez la promulgación de una ley en su calidad de transitoria de vicepresidente. “Eso de por sí constituye un tremendo honor para quien está en el servicio público”, explicó.

Además resaltó que él es un “gran apasionado por el fútbol” que asiste regularmente al estadio a para ver jugar al equipo de sus amores “la gloriosa Universidad de Chile”, dijo, señalando que el promulgar esta iniciativa a sólo dos días del inicio de la Copa América que organiza Chile, “es un hecho tan significativo que a todos los que amamos el deporte nos llena de alegría”.

Respecto de la Copa América explicó que el país se ha preparado para el evento y que “una de nuestras principales preocupaciones ha sido brindar un marco de seguridad para que todos los asistentes, nacionales y nuestros visitantes de otros países hermanos, puedan disfrutar a cabalidad esta fiesta”.

El vicepresidente explicó que la ley que se firmó este martes corresponde a una de las herramientas para que tanto este torneo como el fútbol profesional en general se desarrollen con los mejores estándares de calidad posibles.

La autoridad enfatizó que “todo lo que hagamos para frenar la violencia y devolverle al espectáculo deportivo el tono de una gran fiesta comunitaria es bienvenido y esta ley que estamos promulgando apunta precisamente a ese objetivo, que el fútbol profesional sea una fiesta social”.

Burgos reconoció además el trabajo legislativo que realizó el senador de Renovación Nacional, Alberto Espina, para que el proyecto fuera despachado con rigor y prontitud. “Presumo que don Alberto Espina no pudo venir por razones de trabajo y probablemente por el recuerdo de más de algún túnel que le he hecho en varios partidos de fútbol que lo he enfrentado”, bromeó el vicepresidente en la ceremonia.

Entre los cambios que introduce esta legislación, que reemplaza a la normativa de violencia en los estadios, se establecen nuevas herramientas para perseguir ilícitos que ocurren con motivo de los partidos, no solamente al interior de los recintos deportivos, sino que en entrenamientos de equipos, en el desplazamiento de hinchas, en la venta de entradas y en los festejos en lugares públicos. También se incorpora el delito de secuestro de buses con penas asociadas de 5 a 10 diez años. Además se aplicarán mayores multas a los clubes por infracciones a la ley y se considerarán sanciones por discriminación o xenofobia. Igualmente habrá un listado efectivo de quienes tiene prohibición de acceso a los estadios y un listado de reincidentes.

Jorge Burgos resaltó que no se trata de un simple cambio de nombre. “Se trata de una mirada, más amplia, nueva, de manera que podamos contar con una herramienta para acercarnos al fútbol que queremos, ese fútbol que se vive como una fiesta segura, inclusiva y comunitaria”, explicó.