Chile es uno de los productores de vino más importantes del mundo, también es uno de los países donde más se consume este producto. Pero ¿sabemos hacerlo correctamente?

A continuación reunimos algunos tips de diferentes expertos (del mundo de las Viñas, la tecnología de refrigeración y enólogos), para que puedas disfrutar al máximo de esta experiencia.

Sigue éstos consejos profesionales para disfrutar al más máximo esta experiencia.

Sírvelo a la temperatura adecuada

Los vinos necesitan conservarse a una temperatura específica y cada cepa tiene una temperatura específica y que es distinta entre vinos tintos y vinos blancos.

Desde Casillero del Diablo, Javier Brzovic, Jefe de Comunicaciones Vinos Premium comenta que vinos tintos clásicos como cabernet sauvignon , Carmenere y Merlot pueden consumirse entre los 16 y 18 grados celsius, mientras que variedades blancas como Chardonnay y Sauvignon Blanc sugerimos consumirlas entre los 8 y 10 grados celsius.

No lo arruines, sírvelo en la copa correcta

No puedes servir a la temperatura adecuada y estropear tu vino con la copa incorrecta. Para lograr la mejor copa de vino, Matías Ríos enólogo de Viña Cono Sur recomiendo servirlo en una copa de cristal delgado.

Asimismo, aclara que la cantidad que debe servirse es alrededor de un 20% de la misma, “esto es para que nos permita mover el vino y promover la liberación de sus aromas”, recalca.

Busca con qué acompañar tu copa

Cada vez que compartas un vino podrás mejorar esta experiencia eligiendo el plato adecuado.

Desde Casillero del Diablo aconsejan disfrutar el cabernet sauvignon con carnes con todo tipo de carnes asadas, además de quesos maduros.

Mientras que en Cono Sur sugieren acompañar el Pinot Noir con platos más livianos como pescados, aves (principalmente con pato).

No obstante, siempre puedes probar nuevas combinaciones y atreverte a realizar descubrimientos a partir de tu gusto personal.

Asegúrate de que esté en buen estado

Para revisar y verificar que los vinos estén en perfecto estado puedes revisar el corcho al retirarlo de la botella.

Es aconsejable oler el corcho para saber si el vino está dañado. Si se percibe un olor ácido y un color diferente al habitual el vino está estropeado y es aconsejable no consumirlo.