Los celos son definidos como una respuesta emocional que se provoca al percibir una amenaza hacia algo que se considera propio.

Si bien, en ocasiones son relacionados con una demostración de interés o amor, la verdad es que solo reflejan falta de confianza e inseguridad. De este modo, los celos provienen del miedo a sufrir una infidelidad o perder a la pareja.

El temor a ser rechazados o a ser sustituidos por otra persona, puede dar lugar a pensamientos distorsionados o irracionales“, explica la psicóloga y experta en relaciones de pareja, Lidia Alvarado, al sitio español ABC.

En este contexto, la especialista señala que debes estar alerta cuando los celos se convierten en una patología e inundan toda la relación. Esto implica la disminución de momentos felices y la limitación de la libertad.

“Hay que alarmarse cuando, en lugar de preocuparse por la persona que quiere, desconfía de ella. Cuando tiene un fuerte sentimiento de posesión hacia su pareja, que le llevan a querer controlar todo lo que hace”, complementa Alvarado.

Un ejemplo claro, es cuando la persona se considera “dueño” del otro. “Intenta acaparar todo el tiempo de la pareja para que no tenga otras relaciones sociales“, precisa la psicóloga.

El celoso enfermizo tiende a imaginar frecuentemente que la pareja es infiel, que le quiere gustar a otras personas mediante su vestimenta u otros factores, y presiona para que cambie su manera de vestir y se descuide físicamente. No quiere que llame la atención de nadie“, apunta sobre su actitudes.

Pixabay
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Características de las personas más propensas a tener celos

De acuerdo a lo planteado por la especialista, los más propensos a ser celosos, tienen una serie de características en común. En este plano, Alvarado apunta a que la baja autoestima es uno de los factores principales.

“Al no considerarse merecedoras de afecto, sentirán desconfianza hacia los sentimientos de su pareja, pudiendo llegar a pensar que son fingidos”, añade sobre esta característica.

Asimismo, explica que quienes experimentan miedo a no encontrar pareja, suelen ser celosos cuando la tienen. Esto provoca que se aferren a la relación.

Por otra parte, la psicóloga señala que la dependencia emocional es otro factor a considerar. “Hay personas que no saben estar solas y necesitan tener a alguien permanentemente a su lado para sentirse bien“, comenta.

“En estos casos, los celos no vienen motivados tanto por afecto hacia el otro, sino por una preocupación hacia uno mismo“, advierte.

Además, aquellas personas que han sufrido un abandono o una infidelidad, son más propensas a ser celosas con sus parejas. Su actitud es condicionada por el temor a ser traicionados nuevamente.

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“Muchas veces la persona que sufre celos es consciente de tener un problema, pero suele mostrarse reacia a buscar ayuda; o dice que va a cambiar, pero ese momento nunca llega“, reflexiona la especialista.

Finalmente, la psicóloga entregó una serie de actitudes que pueden presentar los “celosos enfermizos”:

1. Presenta sentimientos negativos hacia las personas que rodean a su pareja (amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc).

2. Se compara con las personas que rodean frecuentemente a su pareja.

3. Considera las relaciones anteriores de su pareja como una amenaza constante.

4. Llama frecuentemente a su pareja por teléfono para controlarla. Quiere saber dónde está o qué está haciendo. En otras palabras, no la deja respirar.

5. Controla y revisa permanentemente el celular o redes sociales de su pareja. Necesita mantener contacto permanente.

6. Revisa la ropa o pertenencias de su pareja, buscando pruebas de posibles infidelidades.

7. Le exige a su pareja que cuente todo lo que ha hecho a lo largo del día.

8. No acepta que su pareja realice actividades de manera individual.

9. Controla sus gastos, en previsión de que esté haciendo cosas con otra persona.

10. Critica constantemente a su pareja para intentar hacerla más insegura y menos independiente.