Las películas románticas y la cultura popular en general nos han hecho creer por mucho tiempo que ciertos comportamientos son “normales” en una relación de pareja e incluso que son una señal de “amor”, cuando en realidad son actitudes tóxicas.

Si se trata de situaciones aisladas hay posibilidades de “desaprenderlos” y dejarlos de lado, pero cuando se hace algo persistente incluso podemos hacer que la dinámica completa de la relación se vuelva abusiva.

Javiera Donoso, psicóloga especialista en reparación emocional y temáticas de autocuidado y autoestima, explicó anteriormente a BioBioChile que cuando una relación se vuelve tóxica “puede expresarse de distintas maneras, pero el factor común es que produce estancamiento, inmovilidad, sentimientos depresivos, etc. Contrario a un crecimiento para los miembros de una pareja, este tipo de relación inhibe y paraliza”.

“En los vínculos lo destructivo tiene que ver con la predominancia de distintas formas de violencia, falta de comunicación, soledad, inestabilidad, manipulación, celos y control”, señaló la especialista.

En este sentido, los expertos en el área señalan que hay algunos comportamientos que deberíamos erradicar de nuestra relación si no queremos llevarla hasta ese punto.

Pon atención, pues aún puedes estar a tiempo de cambiar las cosas.

1. Creer que los celos son sanos

La psicóloga española Amparo Calandín explicó a GQ que “algunas personas piensan que los celos son sanos y con ello se escudan para justificar pensamientos negativos hacia su pareja y prohibirles ciertas conductas”.

“Dar por hecho esto es insano, porque los celos sólo son señal de inseguridad con uno mismo y de cara a la relación”, añade.

Si bien algunas veces nos cuesta controlar nuestros sentimientos y nos ponemos celosos de las cosas, es importante no expresar esos celos de una manera que pueda herir a nuestra pareja.

La entrenadora de citas Bonnie Winston asegura que “una señal de que tu relación es tóxica es que estás siempre celoso: Si acechas sus cuentas de redes sociales mirando a sus amigos y contactos y te preguntas sobre cada cara bonita a la que están conectados. Los celos no son una emoción saludable”.

Está bien expresar cómo te sientes, siempre y cuando reconozcas que no es un comportamiento saludable y que es necesario cambiarlo, añade Winston.

2. Asociar el conflicto con la pasión

Algunas películas románticas muestran el conflicto en las parejas como una señal de pasión (¿Has visto The Notebook?). Si bien es normal discutir o estar en desacuerdo con tu pareja en ocasiones, no es normal que se griten o peleen a diario.

La psicóloga Harriet Lerner señala que “las parejas felices no son parejas que no pelean. Más bien son parejas que pelean de manera justa y se responsabilizan de sus propias palabras y acciones, sin importar qué tan furiosos se sientan por dentro”.

Las personas que buscan conflictos en su relación para vivir una intensa reconciliación suelen ser adictas a la dopamina que obtienen después de que finaliza la pelea, lo cual no es saludable para ninguna persona, recalca la experta.

The Notebook (Diario de una Pasión)
The Notebook (Diario de una Pasión)

3. Juzgar a tu pareja por sus relaciones pasadas

Para la sexóloga y terapeuta de parejas Elena Requena, “cada uno de nosotros tiene unas necesidades y solemos acercarnos a personas que cumplen la expectativa en ese punto concreto en nuestra biografía. Es decir, el deseo va cambiando, evolucionando y creciendo”.

“No hay fórmulas mágicas para relacionarnos con nuestras exparejas y dependerá de cómo haya transcurrido y finalizado la relación”, explica a GQ, pero no puedes exigirle a tu pareja que deje de ver a ciertas personas o criticarle por haber estado con alguien antes de ti.

4. Guardarte siempre lo que sientes para evitar discutir

Hay personas que para ahorrarse una discusión, simplemente evitan o ignoran a su pareja durante los conflictos y jamás expresan lo que sienten.

“Evitar la comunicación y la conexión con tu pareja constituye un hábito especialmente peligroso y conduce a una sensación de aislamiento y soledad. La comunicación es una carretera de doble sentido y la falta de conexión es fruto de un comportamiento distante y evitativo de las parejas. Resulta complicado sentirse vulnerable cuando la pareja se cierra en banda, de igual forma que es complicado ser compasivo si la pareja no quiere hablar de lo que le preocupa”, señala la psicóloga Alicia H. Clark a Huffington Post.

Ignorar los problemas en una relación para evitar conflictos sólo significará que los problemas se acumulen hasta que ya no puedan ser ignorados, y para entonces, puede ser demasiado difícil de solucionar, señalan en el portal especializado Power of Positivity.

5. Revisar su teléfono móvil y leer sus mensajes

Requena indica que “cuando surge la necesidad de mirar el móvil o el email del otro debemos plantearnos a qué tenemos miedo y por qué no confiamos en ella o él”.

“Mi consejo es que nos sinceremos, que le mostremos qué tememos o qué nos hace daño. No dejarnos llevar por esos sentimientos tan frustrantes de desconfianza y enfado”, añade.

6. Pensar que tu pareja jamás sentirá atracción hacia otras personas

“Pensar que nuestras parejas no se sienten atraídas por las personas que se van encontrando a lo largo de su día a día es negar lo evidente”, dice Elena.

“Lo que debemos pensar es que entre todos los demás, él o ella nos ha elegido a nosotros en este momento, y que a pesar de todas esas personas que pueden llamar su atención, decide libremente seguir con nosotros. Eso debería bastar y ser tranquilizador”.

Pixabay (CCO)
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7. Enojarte porque va a una fiesta, sale con sus amigos o se reúne con familiares

“Es indispensable que las parejas tengan cada uno hobbies, aficiones y amigos, y que de vez en cuando realicen actividades por separado. Eso genera satisfacción en otras parcelas de la vida y también hace que nos echemos de menos y tengamos más ganas de vernos. Además fomenta la comunicación, el contarnos cosas nuevas”, expresa Amparo.

Elena indica que “aunque la familia o el entorno de nuestra pareja forman parte de él o ella, a veces se dan escenarios tensos o sencillamente no nos llevamos bien. Si es posible debemos conciliar las dos partes, y desde luego no poner en una situación tan dolorosa a alguien a quien queremos. Todo esto siempre depende de cuál sea el problema, ya que a veces, alejarse puede ser la solución”, argumenta.

Además que cuando este comportamiento se hace persistente, se puede llevar al aislamiento a uno de los miembros de la pareja. “Las personas controladoras y celosas suelen ser muy críticas con los amigos de sus parejas y no les gusta que esta pase tiempo con otras personas”, indica la psicóloga estadounidense Marie Land, a Huffington Post.

8. Creer que siempre debe querer tener sexo contigo

“Desde luego esto no debe ser una exigencia, y ese ‘siempre’ no es valorable. Cuando estamos en pareja es habitual que nos encontremos en momentos en los que a uno le apetece más que a otro, y a veces nos dejamos llevar y está bien. El problema es cuando nos sentimos culpables o presionados. Eso no debería darse. Y si surge, hay que hablar de ello”, expresó Elena.

9. Chantajear por errores pasados

Amparo indica que sacar en cara cosas del pasado como herramienta de manipulación, sólo empeora la situación. “Lo pasado pasado está, no lo podemos cambiar, y si hemos decidido continuar con la relación habiendo pasado esa situación, volver a traerla al presente prolonga el malestar y nos impide pasar la página”, expresa.

Pixabay (CCO)
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10. Creer que debe adivinar lo que sientes

“Esperar que el otro por arte de magia sepa cómo nos estamos sintiendo es bastante habitual, pero en realidad somos personas totalmente diferentes, con una educación y una experiencia completamente distintas. Es muy poco probable que el otro vea las cosas de la misma manera si no lo expresamos. Tenemos que comunicar lo que queremos, y eso también creará un aprendizaje y una conexión en la pareja”, asegura.

11. Invalidar sus sentimientos

Muchas personas cuando no entienden lo que siente el otro, lo tratan como si estuviera loco. “Cuando esto ocurre, y un miembro de la pareja siente que algo pasa y el otro lo invalida, generalmente tiene que ver con la imposibilidad del otro de enfrentarse a lo que está pasando. Habrá que hacer un ejercicio de reflexión individual y en pareja acerca del momento que están viviendo”, comenta Elena.

Pexels (CCO)
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12. Burlarte de sus gustos o ridiculizarlo frente a otras personas

Si a tu pareja no le gusta lo mismo que a ti no significa que tú seas mejor. “Sentirnos superiores por escuchar un tipo de música o ver un cine determinado es habitual en nuestra sociedad. Debemos asumir que cada persona tiene gustos igual de válidos que los nuestros y no deben jerarquizarse. Si hacemos esto con nuestra pareja y ridiculizamos sus gustos, preguntemos por qué queremos devaluarle”, comenta.

El consejero de parejas, David Waters, indica que “según la investigación, las personas que se burlan, ridiculizan o hablan con su pareja están en una vía rápida hacia la destrucción de la relación”.

Jeffrey Bernstein, un experimentado psicólogo estadounidense y especialista en terapia de parejas, explicó en Psychology Today que la crítica y el desprecio son altamente destructivos en las relaciones amorosas. Esto se manifiesta cuando alguien se burla o critica a su pareja en público o actuando como si fuera superior, lanzando comentarios sarcásticos y humillantes. Esta situación, dice el experto es altamente desmoralizante y poco saludable para cualquier relación.

Cuando la relación se puede salvar

Jeffrey dice que puedes trabajar en conjunto con tu pareja para superar el problema. Pero si la situación se vuelve insostenible y una de las partes no está dispuesta a dar lo mejor de sí, tal vez la solución es dar un paso al costado.

“Reconocer los signos persistentes de una relación tóxica te puede empoderar a salir de ella. Por encima de todo, conoce tu valor. La prolongación de la agonía de una situación verdaderamente tóxica tendrá efectos perjudiciales sobre ti y tu pareja. Si es posible, acude a un consejero calificado antes de tomar decisiones importantes. Incluso si decides terminar, es importante aprender tu papel en la relación tóxica, para no repetir los mismos errores”, puntualiza el experto.