No todo está perdido. Es lo primero que tienes que saber si entraste a esta nota. Hay formas de sacarlo (a) de tu cabeza, a pesar de que todo se haya acabado. De eso hablaremos a continuación.
Lo sabemos. Te acostumbraste a disfrutar de tu tiempo con “esa persona”, lo hiciste todo para que se sintiera bien junto a ti e, incluso, dejaste de hacer algunas cosas porque le molestaban. Pero aún así, con todo, no funcionó.
Uno de los dos puso término a esa relación que te hacía tan feliz, que te tenía en las nubes. Y ahora no puedes dejar de pensar en el fin.
Escuchas las canciones más tristes para sentirte peor. Te cuesta dormir. Te cuestionas si hiciste algo mal, si habrá sido lo mejor. Y te tomas un tiempo para recordar todos aquellos detalles que te hacían tan feliz.
La almohada se convierte en tu mejor amiga que, con suerte, aguantará tus lágrimas hasta que llegue alguien a tu pieza, intente consolarte, y te diga lo asquerosa que está tu habitación.
Y si esa persona era realmente importante para ti, estarás un par de días en esa situación. Con mucha suerte.
Pero si lo que quieres es dejarlo (a) atrás con prontitud para retomar tu vida y conocer a gente nueva, la ciencia tiene una fórmula que podría resultar perfecta.
Sandra Langeslag, directora del Laboratorio de Neurocognición de Emoción y Motivación en la Universidad de Missouri – St. Louis, elaboró un estudio en el que siguió a 24 personas, de entre 20 y 37 años, que habían puesto fin a una relación de menos de tres años.
Estos sujetos fueron divididos en cuatro grupos que, en conjunto, debieron realizar distintas acciones. Uno debió pensar negativamente sobre sus exparejas, otro positivamente, otro evitar recordarlo y, el final, simplemente dejar que todo transcurra.
Más tarde, los investigadores liderados por Langeslag mostraron fotografías de sus ex a cada uno de los participantes. Así, midieron las emociones que, tras haber pasado tiempo, producían en sus cerebros.
Las conclusiones arrojaron que las tres estrategias disminuyeron los sentimientos. No obstante, sólo quienes pensaron negativamente aseguraron sentir menos amor. El problema: también argumentaron tener un peor estado de ánimo.
El tercer grupo, que utilizó la estrategia de distracción, mostró un mejor humor, pero los sentimientos hacia sus ex no habían cambiado.
Y es que, según explicaron los especialistas, todas estas pruebas son soluciones a corto plazo para un problema que tiene solución sólo con el paso del tiempo.
Según dijo la autora a la revista Time, “la regulación del amor no funciona como un interruptor de encendido – apagado (…) Para hacer un cambio duradero, probablemente tendrás que regular tus sentimientos de amor a diario”.
De acuerdo a ella, el consejo infalible para olvidar a tu ex es (toma nota) escribir una lista de cosas negativas sobre tu antigua pareja. Aunque puede que te sientas peor durante los primeros días, el efecto desaparecerá.
Sus investigaciones anteriores sobre la materia descubrieron que la evaluación negativa también disminuye los niveles de enamoramiento y el apego, por lo que, a largo plazo, de seguro estarás mejor.
Recuérdalo: no todo está perdido.
