Una particular intervención está realizando la influencer Ash Soto (26), quien transforma en arte corporal el vitiligo en su piel. “Sabía que tenía que hacer el cambio”, dijo.

El vitiligo es una condición que se caracteriza por la presencia de parches blancos en la piel, aunque ésta se sienta como normal. La enfermedad cutánea se explica, según el portal especializado Medline Plus, por “una pérdida del color (pigmento) de zonas de piel”

Soto presenta la anomalía biológica en gran parte de su cuerpo, aunque le dio un giro radical. Según recoge la revista People es conocida como “la niña con el mundo pintado”. Con eso en mente es que, con tinta y maquillaje, se ha realizado diversas intervenciones que la hacen ver como una verdadera obra de arte.

La oriunda de Puerto Rico con residencia en Florida, Estados Unidos, pinta las líneas naturales de su cuerpo para crear algo similar a un mapa, con resultados realmente llamativos.

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La afección le fue diagnosticada a los 12 años, cuando comenzó a presentar manchas. “Justo cuando le mostré al médico mis manchas, inmediatamente supieron de qué se trataba (…) Solo recuerdo estar tan asustada y confundida en ese momento. No sabía qué era el vitiligo”, dijo en conversación con el medio.

Tiene una historia detrás. En la escuela la molestaban por sus particulares parches naturales, por lo que solía esconder su cuerpo bajo ropa ancha. Pero el tiempo la hizo aprender a quererse tal como es.

“Con el tiempo comencé a hacer pequeños desafíos, ya sea salir con pantalones cortos o con una camiseta sin mangas, lo que parece muy pequeño para algunas personas, pero para mí, fue lo más grande”, recordó.

“Sabía que ya no quería vivir de esa manera y sabía que tenía que hacer el cambio”, agregó.

Así fue como, una vez, comenzó a dibujar sobre su cuerpo y notó que el resultado le gustaba. “Rastreé cada lugar al que podía haber llegado y cuando me miré en el espejo, se veía tan genial y hermoso, me parecía un mapa”, rememoró.

Entonces, le llegó sólo un pensamiento y en ese momento comenzó todo. “‘Wow, esto es tan empoderador. Si pudiera mostrarle a la gente lo hermoso que se ve, tal vez no encuentren su vitiligo como algo que tiene que ser una carga"”, fue la frase que pasó por su mente.

Soto tiene 166 mil seguidores en Instagram, red social en la que comparte los resultados de sus intervenciones, con éxito, alcanzando miles de ‘me gusta’.

Su mensaje para quienes padecen vitiligo es uno: “Espero que vean que no están solos y que hay alguien como ellos en el mundo”.

“Cuando me diagnosticaron, realmente no tenía a nadie a quien admirar, así que solo quiero que mi plataforma sea ese lugar seguro para las personas que están pasando por lo mismo”, cerró.

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