Dicen que la maternidad es una de las experiencias más hermosas que puede vivir una mujer, pero también la que más incertidumbre despierta.

¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es correcta la decisión que tomé? ¿Tenía razón en lo que dije? Son algunas de las muchas preguntas que atormentan a las madres de todo el mundo.

La bloguera norteamericana Ashely Gibson es una de ellas. Con tres niños, la mujer ha debido balancear su carrera e hijos, llegando a pensar que no estaba lista para el trabajo.

Sin embargo, después de dar a luz a su tercer bebé, en un momento en el que sentía que ya no tenía fuerzas, su esposo le dijo cuatro palabras que cambiaron su perspectiva de la maternidad para siempre.

“No hay un trofeo, Ashley”, comentó el hombre, un mensaje que quedó en la mente de la mujer y lo recordó cada vez que se sentía insegura.

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“Las 4 mejores palabras que mi esposo podría haberme dicho en esa sala de partos. Puso mi mundo entero como mamá en perspectiva”, recordó en una carta abierta en Facebook.

“Estaba en agonía y tratando de decidir si tener o no una epidural. No tenía idea de que ya estaba en el final de mi trabajo de parto, y que estaría empujando a Leo en cuestión de minutos. Todo lo que sabía era que tenía dolor y no podía imaginarme seguir así por lo que pensaba serían unas pocas horas más”, añadió.

“Estaba tratando de hablar con él entre las contracciones al borde de las lágrimas y él con amor me dio su apoyo y me dijo una verdad que entró en mi universo: ‘No hay un trofeo, Ashley”, relató.

“Después, cuando estaba preocupada de tener que dar suplementos con la fórmula (del bebé) los primeros días, y no quería sentir que estaba fallando en amamantar, escuché esas palabras nuevamente, ‘No hay trofeo, Ashley"”, dijo.

“Ahí me dí cuenta. Como madres en el mundo de hoy, parece que todas estamos compitiendo por un trofeo que no existe. Literalmente pensé en esa sala de partos que de alguna manera sería ‘menos’ como madre si pedía las drogas (para el dolor)”, reveló.

“Como si fuera a ganar una medalla de oro o AL MENOS un sticker dorado en mi historial médico por tener un parto natural. Y sentí que estaba decepcionando a un comité invisible cuando compramos fórmula para ayudarlo a pasar el líquido amniótico que había tragado”, recordó.

“Desde que tuve a este tercer dulce niño hace seis semanas, he pensado mucho en los trofeos invisibles que creamos como madres, que algunas sociedades crean para nosotras. Los estándares que intentamos alcanzar, a pesar de que el concurso es ficticio, son nos una competencia”, aseguró.

🏆 No hay trofeo por dar a luz de forma natural en lugar de optar por una epidural o tener una cesárea.

🏆 No hay trofeo por la lactancia materna versus la alimentación con biberón.

🏆 No hay trofeo para perder el peso del embarazo más rápido.

🏆 No hay trofeo para el vestido post parto más lindo (¡POR EL AMOR, está bien parecer que acabas de tener un bebé!).

🏆 No hay trofeo para el tema de fiesta de cumpleaños más creativo.

🏆 No hay trofeo para la cantidad de actividades en las que inscribes a tus hijos.

“Esta lista podría continuar para siempre”, aseguró.

“Mi esposo no tiene idea de cuán significativas han sido esas palabras, que me han permitido relajarme para volver a tener un recién nacido. Y por eso quería invitarte a relajarte en la maternidad conmigo“, escribió.

“Porque el único trofeo que llevarás a través de la vida es el vínculo que creas con tu bebé. Y como he dicho antes, todos nos vamos a casa desde el hospital con una gran cesta de ropa interior de malla y toallas sanitarias del tamaño de nuestros recién nacidos, sin importar cuán glamorosas se vean nuestras fotos de Insta”, finalizó.