Todo comenzó en junio de 2016, cuando la madre de Georgia Traebert (14), Rubia Traebert (44), compartió una foto de su hija en Facebook. En un par de días, la imagen que tenía como objetivo inspirar a otros niños con Síndrome de Down, superó los mil “Me gusta” y recibió ofertas de agencias fotográficas.

Con esto, la mujer de 44 años se percató que su hija adolescente tenía una habilidad natural para posar como modelo, como también una pasión por este oficio, según explicó al medio británico The Sun.

“Siempre tuvo interés en modelaje y la moda y, aunque de pequeña tuvo problemas para encajar en el colegio, largos periodos de soledad e inseguridad sobre ella misma, pudo dedicarse a ello”, expresó Rubia. “Algunas escuelas en las que quería ponerla no querían aceptarla”, recordó sobre aquellos momentos de dificultad y aseguró que las niñas la rechazaban y “no le tenían paciencia”.

Aún así, Rubia le creó un perfil profesional a su hija en Instagram y Facebook, en donde rápidamente logró llamar la atención y firmar contratos con anuncios de TV y cinco agencias de modelo.

“Los trabajos comenzaron a aparecer. Ella acaba de hacer un comercial para una marca famosa aquí en Brasil y también modela para uno de los más grandes diseñadores de joyas”, expresó la mujer sobre su hija que suma más de 77 mil seguidores en Instagram.

No obstante, este rápido ascenso no ha sido fácil para las mujeres oriundas de Curtiba (Brasil). Desde que se tornó conocida, han debido lidiar con las opiniones en redes sociales: “Lo más difícil fue cuando leí a algunas personas que publican comentarios de que mi hija sólo tiene éxito debido a su cabello rubio y ojos azules”.

Y enfatizó: “Georgia es una niña muy amable y muy talentosa, de lo contrario no habría llegado tan lejos”.

La madre contó que renunció a su carrera para dedicarse a su hija, cuando se enteró que tenía Síndrome de Down. “La noticia nos tomó por sorpresa. Confieso que en ese momento estaba llena de una mezcla de tristeza e inseguridad”, recordó.

Sin embargo, su trabajo y estimulación lograron que la menor desarrollara habilidades que la hacían destacar entre los demás. “Su mayor sueño siempre fue ser actriz o cantante, antes que ser modelo. Por esto invertimos en las clases de drama y canto”, dijo.

“Georgia siempre ha sido muy apegada a la moda desde pequeña. A ella siempre le gustó la ropa, los bolsos, el maquillaje y a mí también me gustó, así que creo que ella me imitó”, agregó la mujer.

Finalmente, Rubia Traebert espera que el caso de su hija sirva para otros padres y jóvenes que viven con esta anomalía genética. “Mi consejo es no rendirse nunca. Sigue luchando y persigue tus sueños porque nada es imposible. Simplemente tienes que querer, creer y luchar para hacerlo realidad”, concluyó.

Revisa aquí algunas fotos.