Las madres que manipulan a sus hijos mediante la culpa, están en todas partes. Si tienes una, probablemente reaccionas con enojo, frustración, tristeza, o alguna mezcla de todas esas emociones.

Esta actitud provoca que te sientas culpable de no ser “lo suficientemente bueno” con ella. Sin embargo, es muy probable que tu madre también sienta lo mismo.

En este contexto, sueles cuestionarte con frases como: “Le compré a mi mamá un regalo precioso por su cumpleaños, pero me lo devolvió”, “Odio el día de las madres, nunca lo hago bien” o “Los sentimientos de mi mamá siempre están lastimados. ¿Por qué no aprecia lo mucho que me esfuerzo?”.

La trabajadora social clínica Diane Barth, explicó en una columna del sitio especializado Psychology Today, que muchas veces “la culpa”, es una herramienta poderosa para obligar a alguien a hacer lo que queremos.

“La culpa no es un sentimiento agradable. Intentamos evitarla, y cuando no podemos, tratamos de deshacernos de ella. A veces lo hacemos echándosela a los demás mediante una acción psicológica conocida como ‘proyección"”, explica.

Asimismo, destaca que la psicoanalista estadounidense Jody Davies, denomina a este fenómeno como “la papa caliente”, ya que si un sentimiento es demasiado doloroso para conservarlo, se lo pasamos a alguien más.

De este modo, si tu madre está intentando hacerte sentir culpable, parte de su comportamiento podría ser provocado por sus propios sentimientos de culpa, los cuales no ha reconocido y sigue sin resolver.

Lo que ella en realidad quiere, es ser perdonada, saber que no es completamente mala. Pero con frecuencia, termina obteniendo completamente lo contrario”, reflexiona la especialista.

Ella quiere escuchar que sus hijos la aman, incluso cuando los aleja con su enojo. “Ya que no puede pedirlo directamente, podría estar usando la culpa para empujarte a que le des lo que necesita“, profundiza.

Obviamente esta estrategia no funciona y provoca un efecto inverso en tus emociones. “Probablemente te deje enojado, crítico, frío y sin amor hacia ella“, añade.

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Pero ¿qué pasaría si en lugar de reaccionar al significado superficial de las palabras de tu madre, asumieras que está luchando contra la culpa?

En un panorama como ese, Barth señaló 5 formas de lidiar con la situación:

1. Dile algo positivo a tu madre sobre su manera de criarte

El primer consejo, es destacar algo que de verdad admires o disfrutes de ella. “Puede ser una acción que siempre diste por sentada o en la que nunca habías pensado”, describe.

“Por ejemplo, podrías decir: ‘Mamá, hoy estuve pensando en ti cuando mis hijos se sentaron a ver la TV. A mí siempre me encantó que te sentaras con nosotros cuando veíamos caricaturas los domingos por la mañana, e intento hacerlo yo también con los niños al menos una vez por semana. Es tan agradable pasar un tiempo de relajación todos juntos"”, describe.

2. Intenta ponerte en su lugar y respóndele en base a eso

Por ejemplo, si en el Día de la Madre debes quedarte en casa con tus hijos, o visitarás a la mamá de tu pareja en lugar de la tuya, debes intentar compensar esa ausencia de manera empática.

“Por ejemplo decirle: ‘Sé que esto es difícil para ti mamá, y solo quiero que sepas que te amo. Lamento no poder estar en dos lugares a la vez‘”, describe Barth.

También podrías añadir: “Fuiste una mamá excelente de muchas formas, no quiero que pienses que el que no esté contigo significa que no fuiste una buena mamá“.

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3. Presta atención a tus propios deseos de deshacerte de la culpa

“¿Será posible que tú y tu mamá estén jugando a ‘la papa caliente’ con la culpa? ¿Estás intentando pasarle tus sentimientos negativos a ella?“, cuestiona la especialista.

Si es así, recomienda intentar evaluar honestamente lo que podría estar provocando la culpa. “¿Qué puedes hacer para corregirlo? ¿Hay algo que necesites perdonarte? ¿Hay algo que puedas simplemente dejar ir?”, plantea para reconocerla.

Según Barth, gestionar tu propia culpa ayudará a que dejes de echársela a tu madre, cuando ella intente hacer lo mismo contigo.

4. Considera tus propias necesidades

“En este momento puede estar pensando solo en sus necesidades, pero en algún momento, puede respetarte por haber cuidado de ti misma y a las otras personas que amas“, destaca.

5. Evita insultar

La palabra “egoísta” ha recibido una carga muy grande en nuestra sociedad, y es preferible dejarla fuera de la conversación. En el caso de que surja, procura que no sea de tu boca.

“Probablemente, tanto tú como tu mamá, están intentando atender su propio bienestar. Es una lástima que no puedan hacerlo juntas y al mismo tiempo. Sin embargo, eso no necesariamente significa que ellas sea una mala madre, que tú seas una mala hija, o que alguna de las dos sea una mala persona”, finaliza.