Debido a la pandemia del coronavirus, las mascarillas se convirtieron en un complemento irreemplazable en nuestro diario vivir. Asimismo, se han diseñado diferentes versiones, dependiendo del gusto del usuario.

En este contexto, destaca la creativa tendencia de imprimir rostros en los protectores, para generar un divertido efecto visual.

Una de las celebridades que se sumó a esta moda, fue el actor Macaulay Culkin, quien bromeó en sus redes sociales utilizando una mascarilla impresa con el icónico grito de la película “Home Alone” (“Mi pobre angelito” en Latinoamérica).

A través de su cuenta de Instagram, el intérprete señaló: “Debo mantenerme a salvo de Covid usando la piel desollada de mi yo más joven”, refiriéndose al recordado Kevin McCallister.

Asimismo, Culkin incentivó a sus seguidores a seguir cuidándose. “No olviden ponerse las mascarillas, niños”, añadió el actor de 40 años.

Macaulay Culkin

Sin duda las proporciones del diseño de la mascarilla generaron un efecto aterrador y no muy realista. A pesar de eso, evocó a la nostalgia de los fanáticos de la cinta navideña estrenada en 1990.

RedBubble

Cabe señalar que este tipo de mascarillas personalizadas pueden encontrarse por un precio de 12 dólares (cerca de 9.500 pesos chilenos) en sitios de venta de productos impresos como Redbubble.

El origen de la escena

Si bien la escena del grito de Kevin en el baño es uno de los momentos más icónicos de “Home Alone”, el director Chris Columbus reveló que la secuencia fue en realidad “un accidente”, según destaca el diario electrónico DailyMail.

“(La escena) no fue escrita de la forma en que la hizo Macaulay. Pensé que se pondría la colonia, movería las manos y gritaría“, relató el director durante la celebración del 25 aniversario de la película.

“Pero en la primera toma, se abofeteó y mantuvo las manos pegadas a la cara como si se acabara de poner pegamento. Sus manos permanecieron completamente quietas mientras gritaba como el cuadro de Edvard Munch“, desclasificó Columbus.

El director quedó impresionado con la interpretación de Macaulay y decidió dejar la toma. “Por eso era un niño tan interesante: nadie más habría hecho eso”, concluyó.