Si pensamos en zapatos con tacos altos, inmediatamente lo relacionamos a las mujeres. Esta pieza de vestir se convirtió en algo necesario para el clóset femenino e incluso es algo requerido para ciertas ocasiones.

Así, por generaciones las mujeres han hecho su vida sobre diversos zapatos de tacón que, supuestamente, estilizan la silueta y entregan elegancia. Pero no siempre fue así.

Los hombres sobre 10 centímetros de taco

Fue en el siglo XV cuando se comenzaron a utilizar los tacones y eran los hombres quienes usaban los más altos, no las mujeres.

Sin embargo, no estaban diseñados para ser usados en un día normal, sino que tenían otro propósito: la equitación.

Acorde a Elizabeth Semmeljhack, del Museo Bata Sho en Toronto, estos “fueron usados por siglos en el Medio Oriente como el calzado para los jinetes”, rescató BBC.

“Cuando los soldados se aferraban a sus estribos, el tacón ayudaba a sujetarse al caballo y así poder disparar sus flechas con más precisión”, explicó Semmelhack.

Al abrirse las rutas comerciales entre Europa y el Medio Oriente, no sólo llegaron telas y especies, también se exportó este tipo de zapatos que llamó la atención de las clases acomodadas. Los hombres buscando tener una apariencia viril, lo implementaron en su vestuario.

Por supuesto, la moda también llegó a las clases más bajas y la respuesta de la aristocracia fue agregarle centímetros a sus zapatos, naciendo el taco alto.

“Una de las mejores maneras de tener estatus social era a través de costumbres imprácticas”, comentó Semmelhack.

En las calles empedradas y llenas de barro de la Europa del siglo XVII estos nuevos zapatos no tenían ningún valor ni utilidad para las personas con pocos recursos. Pero la aristocracia sí podía darse el lujo, ya que por lo general no tenían que caminar muy lejos.

En algunos de los bocetos de Leonardo da Vinci, se ven ilustrados a hombres vistiendo zapatos de taco alto mientras realizan actividades como la caballería.

Asimismo, si nos preguntamos acerca del creador de los famosos stilettos, estos nacieron en 1760, de la mano de Giacomo Pirandelli, barón de Styletto.

Pirandelli creó el taco aguja con el fin de mejorar el desempeño de los jinetes, el que se transformó en todo un éxito y actualmente es un elemento presente -y en algunos casos esencial- en la vestimenta de las mujeres.

Uno de los hombres más famosos de la historia que los utilizaba diariamente fue el rey Luis XIV de Francia, conocido por su frase “el Estado soy yo”.

El excéntrico hombre medía 1,63 por lo que utilizaba zapatos que le daban 10 centímetros más de altura. Además, en la década de 1670 instauró una ley donde sólo los miembros de su corte podían calzar zapatos con tacones rojos, según consignó El Español.

“Durante su reinado, cuanto más altos y más rojos eran los tacones, más poderoso era quien los llevaba”, explicó la historiadora Maude Bass-Krueger en un artículo publicado en Google Arts & Culture. En este explica que el rojo demostraba que su portador era lo suficientemente rico como para no ensuciarse los zapatos y que era lo suficientemente poderoso como para aplastar a sus enemigos.

Wikipedia
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Pero, ¿por qué los hombres dejaron de usar tacos?

Con el paso de los años, los hombres dejaron de usar tacones cuando se convirtieron en un elemento básico de la moda femenina, a mediados del siglo XVIII.

El primer cambio llegó en la era de la Ilustración, el que vino ligado a dejar de usar joyas, colores brillantes y telas ostentosas y dar prioridad a tonos más sobrios, de acuerdo a Verne.

“Las mujeres eran vistas más emocionales, sentimentales y poco educadas. El deseo femenino comenzó a construirse en términos de moda irracional y los tacones altos -una vez separados de su función en la equitación- se convirtieron en un ejemplo típico de la moda poco práctica”, sentenció Elizabeth Semmeljhack.

De esta forma, los tacones altos eran vistos como tontos y afeminados, y así para 1740 los hombres dejaron de incorporarlos en su estilo de vestir.

Finalmente, tras la Revolución Francesa, tanto varones como mujeres eliminaron este tipo de calzado que se relacionaba directamente con la aristocracia.

Pero como sabemos, esta no fue la muerte de los zapatos de tacón alto, ya que a mediados del siglo XIX volvieron a ponerse de moda gracias a la pornografía. Sí, leyeron bien.

Según consigna Elizabeth Semmelhack para BBC, quienes trabajaban en esta industria comenzaron a utilizar fotografías de mujeres con poses que recordaban a los desnudos clásicos, pero calzando tacones altos de la edad moderna. De acuerdo a la historiadora, esto pudo ayudar que se convirtieran en un accesorio erótico.

Si bien el tacón no volvió de golpe, sí se fue incorporando lentamente en la vida femenina y recuperó protagonismo. Estos se asociaron a un símbolo femenino, sensual y poderoso, además de -por supuesto- otorgar altura y estilizar la figura.

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