Al parecer, la barba masculina parece estar consolidándose como un elemento que añade atractivo a los hombres. Así lo determinó un estudio que entrevistó a mujeres sobre la belleza varonil asociada al vello facial.

La investigación, que fue publicada por el Journal of Evolutionary Biology, invitó a establecer un ranking de hombres atractivos según el largo de sus barbas, determinando cuáles podrían ser sus potenciales novios.

De esta forma, a todas se les mostraron fotos de un hombre totalmente rasurado, luego el mismo varón con una barba de cinco días, después con vellos faciales de 10 días y por último a la misma persona con pelos que habían crecido por cuatro semanas.

Nitin Khajotia | Pexels (CCO)
Nitin Khajotia | Pexels (CCO)

De acuerdo al informe, los resultados fueron categóricos, ya que todas las mujeres solteras prefirieron a sus potenciales parejas con algo de vello facial en sus rostros.

En este sentido, las barbas que se extendían por todo el rostro fueron las más votadas por las mujeres, las siguieron aquellas que eran largas en extensión del vello facial y en tercer lugar estuvieron aquellas que eran más tenues.

El psicólogo Barnaby J Dixson, investigador encargado del estudio, estableció que una de las conclusiones es que las barbas pueden ser indicadoras de la capacidad competitiva del hombre en todo ámbito, lo que los hace ser más o menos atractivos.

Fernanda Latronico | Pexels (CCO)
Fernanda Latronico | Pexels (CCO)

“Las barbas pueden ser más atractivas para las mujeres cuando consideran relaciones a largo plazo por sobre las de corto plazo, ya que indican la capacidad de un hombre para competir exitosamente, en la sociedad, con otros por sus metas”, determinó.

Sin embargo, los profesionales sumaron a esta idea que las características típicas masculinas, como fortaleza física, buena salud y altos niveles de testosterona; pueden no ser las más deseadas por las mujeres en una relación a largo plazo.

Es por esto que, según estima Dixson, el atractivo que generan las barbas en las mujeres puede estar ligado más a la personalidad del género masculino, que a su mero aporte estético en el rostro.