En caso de escasez de mascarillas para protegerse contra la pandemia de Covid-19, los trabajadores de la salud pueden usar un pañuelo o una bufanda “como último recurso”, dijeron el jueves los servicios de salud estadounidenses.

“Cuando no hay máscaras faciales disponibles, los trabajadores de la salud pueden usar máscaras hechas a mano (por ejemplo, un pañuelo, una bufanda) para tratar a los pacientes con Covid-19, como último recurso”, señalaron los Centros de Control de Enfermedades (CDC) en sus “Estrategias para optimizar el suministro de máscaras”.

Estas protecciones son parte de los consejos que se deben seguir solo en una situación de “crisis”.

Los CDC enfatizan que estos medios excepcionales deben “usarse con cuidado” porque “no se consideran equipos de protección personal ya que se desconoce su capacidad de protección”.

Idealmente, deben combinarse con una visera protectora que cubra toda la cara hasta las orejas, precisan los CDC.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo el jueves que los fabricantes “han aumentado su producción de mascarillas N-95 en decenas de millones de unidades y que les brindarán a (los) trabajadores de la salud la protección que necesitan”.

A principios de febrero, la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre una posible escasez de máscaras y otros equipos de protección contra el nuevo coronavirus, cuya demanda y precios se han disparado en todo el mundo desde el comienzo de la epidemia.