La emergencia mundial desatada por la expansión del coronavirus de Wuhan, ha provocado que miles de personas quieran abastecerse de productos desinfectantes a fin de evitar el contagio. El problema, es que las compras masivas de alcohol o jabón gel han hecho que estos se agoten rápidamente en farmacias y supermercados.

Aunque lo mejor es siempre lavarse las manos con agua y jabón corriente por al menos 30 segundos, tal como han señalado diversos expertos, muchas veces no se cuenta con estos elementos a mano y la opción es recurrir a un desinfectante sin agua.

Pero, ¿se podrá fabricar un desinfectante en casa? Hace un tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un instructivo donde explica paso a paso cómo elaborar un producto desinfectante para manos, aunque las medidas que entregó son pensadas en comunidades más que en la fabricación personal.

En el documento se indica que se necesita etanol (alcohol etílico) 96%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) 3% y agua destilada estéril o agua hervida fría.

Asimismo, también se podría usar alcohol isopropílico al 99,8% en lugar de etanol y se puede añadir glicerol al 98%.

El desinfectante puede ser vertido en botellas de vidrio o plástico con tapa a prueba de fugas, recipientes de plástico preferiblemente densos y translúcidos para poder ver cuánto queda y depósitos de acero inoxidable. Para su fabricación en sí, además necesitas mezcladores de madera, plástico o metal, probetas y jarras medidoras, embudos de plástico o metálicos, y pequeños recipientes de 100 o 500 ml. para su distribución final.

En la publicación, la OMS explica que el glicerol, “se utiliza como hidratante aunque es posible utilizar otros emolientes para el cuidado de la piel, siempre y cuando sean económicos, fáciles de conseguir y miscibles en agua y alcohol, y no incrementen la toxicidad ni favorezcan las alergias”.

En tanto, el agua oxigenada “se utiliza para desactivar las esporas bacterianas contaminantes de la solución, y no es una sustancia activa para la antisepsia de las manos”.

“Cualquier otro aditivo que se incorpore a ambas formulaciones deberá estar claramente etiquetado, y carecer de toxicidad en caso de ingestión accidental”, comentan.

“Podrá añadirse un colorante para diferenciar entre fluidos, siempre que no incremente la toxicidad, favorezca las alergias o interfiera con las propiedades antimicrobianas. No se recomienda agregar perfumes o tintes, debido al riesgo de reacciones alérgicas”, añaden.

A continuación te mostramos el paso a paso, pero ojo porque es para fabricar 10 litros.

• Etanol al 96%: 8333 ml
• Peróxido de hidrógeno al 3%: 417 ml
• Glicerol al 98%: 145 ml

OMS
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Además, posteriormente tendrás que efectuar un control de calidad usando un alcoholímetro.

“Deberá efectuarse un análisis antes de la elaboración cuando no se disponga de un certificado de análisis que garantice la titración del alcohol (es decir, la producción local). Verifique la concentración de alcohol con el alcoholímetro y ajuste el volumen del preparado para obtener la concentración final recomendada”, explican en la OMS. Esa concentración debe ser de 80%.

“El análisis posterior a la elaboración es obligatorio cuando se utiliza etanol o una solución de isopropanol. Utilice el alcoholímetro para controlar la concentración de alcohol de la solución final. Los límites aceptables deberán quedar fijados en torno a ±5% de la concentración deseada (75%–85% en el caso del etanol)”, añaden.

“El alcoholímetro aquí indicado ha de ser utilizado con etanol; si se utiliza para controlar una solución de isopropanol, una solución al 75% aparecerá indicada al 77% (± 1%) en la escala, a 25°C”, explican.

Ojo, que esta formulación está pensada en comunidades en situación de emergencia y no para la fabricación personal.

Puedes ver el instructivo completo aquí.