Tal como advirtieron los meteorólogos, este verano ha sido uno de los más calurosos de la historia. Por lo mismo, el aire acondicionado se convirtió en el mejor amigo de aquellos que no toleran las altas temperaturas.

Pero a pesar que nos ayuda a controlar el calor, también trae asociada varias consecuencias para salud, que van desde el clásico resfrío a una menos conocida, como problemas en los oídos.

Para la fonoaudióloga Gloria Sanguinetti, analista de audiología y calidad de los centros auditivos GAES, el problema del aire acondicionado tiene que ver con la humedad del ambiente.

“El aire que expulsan estos aparatos en el mall, cines o restaurantes es seco y reseca tanto las fosas nasales como la mucosa que recubre el oído medio, dificultando su normal funcionamiento. Entonces las bacterias pueden aprovecharse de esta debilidad para penetrar por las fosas nasales e instalarse en el oído medio generando otitis”, explicó.

Tips para proteger los oídos

Para proteger los oídos sin pasar calor, es aconsejable no poner el aire acondicionado a menos de 22ºC. Además, con el fin de evitar que los ambientes se resequen, se puede recurrir a humificadores o recipientes con agua.

También se aconseja no dormir con el aire acondicionado encendido ya que la temperatura corporal desciende cuando estamos dormidos, lo que deja al organismo en una situación de vulnerabilidad.

Además es muy importante prestar atención a los bebés, ya que no regulan la temperatura del cuerpo y un exceso de frío y sequedad puede afectarles.

El aire acondicionado también podría producir pérdida de audición repentina que se distingue por la inflamación del oído interno, tradicionalmente este tipo de hipoacusia afecta a solo un oído.

Gloria Sanguinetti comenta que el aire acondicionado puede provocar una pérdida de audición súbita o sin explicación que también suele estar acompañada de tinnitus (zumbido de los oídos) y vértigo.

La experta advierte que ante cualquier dolor en los oídos o sensación de pérdida auditiva, lo mejor es acudir al médico otorrinolaringólogo para que sea éste el que valore la situación y adopte las medidas adecuadas.