Los alimentos son nuestra principal fuente de vitaminas y minerales, y para poder mantenernos saludables, lo ideal es llevar una dieta balanceada que los incluya todos.

En ese sentido, el segundo mineral más abundante en nuestro cuerpo es el fósforo, pero como no es tan conocido como otros, muchos podrían no saber para qué sirve o cómo lo consumimos.

Pues te contamos que tenemos tanto fósforo, que representa el 1% de nuestro cuerpo. Es más, está en cada una de las células de nuestro organismo, indica la enciclopedia médica MedlinePlus.

Para qué lo necesitamos

El fósforo es un componente vital porque interviene en muchos procesos corporales. El más importante es que es un componente esencial para los dientes y huesos, por lo que lo necesitamos para mantenerlos fuertes y en perfecto estado.

También tiene relación con cómo nuestro cuerpo almacena y usa la energía, porque sirve para producir ATP, la molécula que se encarga de ello.

Otra de sus funciones es que se utiliza para la formación, reparación y mantenimiento de nuestros tejidos y células, acota el portal de salud HealthLine.

Sin fósforo, tampoco podemos producir proteína para el crecimiento, así que es especialmente relevante para los niños y adolescentes que aún se están desarrollando.

Asimismo, se usa para producir ADN y ARN, moléculas que contienen nuestra información genética, y está vinculado directamente con las vitaminas B y D, que se encargan de muchas otras funciones.

Para conocer más sobre la vitamina B, puedes visitar esta nota.

El funcionamiento de los riñones e incluso las palpitaciones de nuestro corazón igualmente requieren del fósforo, así como varios otros procesos, por lo que en suma, el fósforo tiene que estar presente sí o sí en nuestra dieta.

Fósforo en nuestra dieta

Como es tan importante, el fósforo se encuentra presente en casi todos los alimentos de origen natural, sin embargo, si miramos el detalle, nos encontraremos con que los productos animales son los más ricos en este mineral. Las frutas y verduras tienen muy poco.

La carne y la leche son los que traen este mineral en mayor cantidad, seguidos por el pescado y los huevos.

Si se trata de carne, la mejor opción para mantenernos saludables es elegir las del tipo extra magras, que son muy bajas en grasa, por lo que son ideales para incluir en una dieta balanceada.

Un tipo de carne extra magra muy popular, por ejemplo, es la de cerdo. Contrario a lo que algunos piensan, hay varios cortes que tienen muy poca grasa y, por lo tanto, son mucho más sanas que otras carnes.

Son 5 los cortes de cerdo que son extra magros y que se comercializan en nuestro país, determinó un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA): filete de cerdo, lomo centro, posta rosada, posta negra y la carne de cerdo en cubitos (cortes de pulpa pierna).

“Que una carne sea extra magra significa que tiene, por porción y por 100 gramos, un máximo de: 5g de grasa total, 2g de grasa saturada y 95 mg de colesterol. Esto la convierte en una excelente alternativa para incorporar a las distintas comidas que se realizan diariamente”, expresa Claudia Henríquez, MSc ingeniera en alimentos del INTA, a BioBioChile.

Una porción de carne de cerdo extra magra contiene el 20% del fósforo que una persona necesita consumir en un día, añade, por lo que es una buena alternativa para incluir en tus almuerzos.

Y si tienes más dudas respecto a cómo incluir el fósforo y otras vitaminas y minerales en tu dieta, te invitamos a visitar a un nutricionista o nutriólogo que te guíe.