Fue a mediados de 2014 cuando comenzó a popularizarse la copa menstrual en Chile. Se trata de un método de contención para la sangre durante la menstruación, que cumple la misma función que tampones y toallas higiénicas.

Sin embargo, este artefacto hecho de silicona ganó adeptas gracias a características que se distinguen de los anteriores como su higiene (no emana olor y se lava), durabilidad (puede usarse hasta 12 horas continuas) y efectividad al contener los fluidos; entre otros aspectos.

Tampoco genera un gran impacto medioambiental, puesto que una copa puede durar hasta 10 años, mientras que una usuaria de tampones o toallas usa cerca de 13 mil de estos en su vida.

No obstante, el modo de uso de la copa menstrual -que se introduce y quita por vía vaginal-, suele generar algunas dudas, especialmente en usuarias menores de edad.

¿A qué edad se puede usar la “copita”?

A pesar que las marcas de copas en Chile ofrecen diferentes tamaños según la edad, maternidad y actividad sexual de la mujer, surge la duda sí este método es o no adecuado para preadolescentes o mujeres que no hayan iniciado su vida sexual.

Desde la marca MiaLuna, principal distribuidora de este artefacto, detallaron que ofrecen cuatro tamaños: XS, S, M y L, los que están diseñados al cuerpo de la usuaria:

MiaLuna
MiaLuna

En tanto, las medidas de cada copa son: Talla XS: Largo 5,9 cm. / Diámetro 3,9 cm. / Capacidad flujo 10 ml. Talla S: Largo 7,5 cm. / Diámetro 4,0 cm. / Capacidad flujo 15 ml. Talla M: Largo 7,5 cm. / Diámetro 4,5 cm. / Capacidad flujo 20 ml. Talla L: Largo 7,7 cm. / Diámetro 4,5 cm. / Capacidad flujo 26 ml.

Respecto a esto, la ginecóloga Daniella Longhi, de la Clínica Ciudad del Mar, explicó a BioBioChile que “no hay problema con que una paciente que no ha tenido actividad sexual parta usando la Copita”, al momento de su primera menstruación (menarquía).

Aún así, aseguró que dependerá de cada mujer la decisión de usarla. “Su uso está recomendado siempre y cuando la paciente se sienta cómoda. Va a depender de cada niña”, dijo.

En esta misma línea, Longhi detalló que, considerando que la menarquía sucede a los 12 años, quizás a esa edad sea más cómodo seleccionar otro método. “Lo ideal es que partan usando algo que sea menos ‘invasivo’ porque puede que sean muy niñas aún para manipularla, pero a la vez muy grandes para estar pidiendo ayuda en el procedimiento”, explicó aunque destacó que anatómicamente no existe un impedimento.

Mike Galindez  vía Pinterest (CC)
Mike Galindez vía Pinterest (CC)

Respecto a la ruptura del “himen”, aseguró que el paso de la copita no debería afectarlo. “No es una estructura cerrada y rígida. Es más bien un conjunto de pliegues de la mucosa con un espacio central, por donde sale la menstruación. Permite el paso de tampones, por ejemplo, siempre y cuando, la paciente esté relajada al momento de la introducción”, explicó.

De todas formas, la ginecóloga aclaró que la ruptra de esta parte del cuerpo no tiene ninguna repercusión física ni en la salud de las pacientes. “Es más un tema social”, dijo.

Finalmente, recordó la importancia de informarse respecto a el uso correcto de la copa antes de adquirirla. “Para reducir aún más el ‘riesgo’ de producir algún desgarro himeneal, la copita se introduce doblada y lo ideal es partir usando las más pequeñas”, concluyó.