Con la llegada del invierno, los resfríos se vuelven comunes y se transforman en un gran problema. No sólo hace que nuestros cuerpos se sientan débiles y mal, sino que también impiden que podamos seguir con nuestras rutinas.

Es quizás por esta razón que muchas personas apresuran el proceso de recuperación y no terminan los tratamientos médicos, no hace el reposo adecuado ni siguen las recomendaciones médicos.

Esto lleva a los resfríos mal cuidados, cuyas consecuencias pueden terminar siendo mucho peores que tomarnos algunos días más para recuperarnos completamente.

Guillermo Solar, médico broncopulmonar de Vidaintegra, nos explica cuáles son esos riesgos y qué hacer para prevenirlos.

1. Infección respiratoria

El resfrío, al provocar una inflamación en las vías respiratorias, “trastorna el sistema de defensa de las mucosas, y afecta la vía aérea superior, es decir, la faringe, la nariz y, ocasionalmente, la tráquea. El principal riesgo es que se configure una infección respiratoria baja, cuya gravedad es mayor a la del resfrío”, explica el especialista.

Estamos hablando de enfermedades como gripe, bronquitis, incluso neumonía.

2. Sinusitis

La infección “puede afectar los senos paranasales, produciendo la molesta sinusitis”, indica Solar, y agrega que presenta síntomas como dolor de cabeza, molestia y dolor en el área de los ojos y mejillas; congestión nasal, pérdida del olfato, mal aliento, dolor de garganta, tos, fatiga, entre otros.

La sinusitis puede tardar varias semanas en desaparecer y requiere otro tipo de tratamiento.

3. En casos extremos podría generar una irritación meníngea

Aunque muy poco probable, podría suceder “que un virus genere una irritación meníngea” (membranas que recubren al sistema nervioso central), añade. El síndrome meníngeo se manifiesta en rigidez en la nuca, dolores de cabeza muy intensos, vómitos y fotofobia. En los niños es especialmente grave, porque podría provocarles convulsiones.

4. Peligro de sobreinfección en paciente crónicos

Los pacientes crónicos son un grupo de riesgo, y en ellos un resfrío mal cuidado puede comprometer su estado general de salud. “Hablamos de enfermedades crónicas de base, como diabetes o asma, en los que hay peligro de una sobreinfección”, señala el médico de Vidaintegra.

5. Confundirse con otra enfermedad más seria

Sucede también que se pueden confundir sus síntomas y estar frente a un cuadro de alergia u otro. “Algunos llegan señalando que han tenido tos los últimos dos meses, pero eso en general no es un resfrío, sino otra patología”, enfatiza.

A juicio de Solar, lo más recomendable es consultar con un especialista cuando el resfrío es resistente, con síntomas que superan los 10 días o ha empeorado. “Hay que tener especial cuidado con la población más vulnerable: adultos mayores, pacientes inmunodeprimidos -con VIH o en tratamiento para el cáncer-, niños pequeños y embarazadas”, dice.

El facultativo agrega que esto rige también para aquellos que han sido inmunizados contra la influenza: “la vacuna es específica contra los virus que pueden provocarla. Los resfríos, en cambio, son causados por otro tipo de microorganismos, que son muchísimos. Uno se podría resfriar todos los días con un virus distinto”. El llamado entonces es a prevenir y a consultar apenas sintamos que el resfrío no está respondiendo a los tratamientos convencionales.