Pese a ser una enfermedad menos prevalente, el cáncer oral es más fácil de pesquisar que otras patologías de este tipo, por ello, la prevención es fundamental. Y al igual que otros tipos de cáncer, el diagnóstico temprano es determinante a la hora de un tratamiento exitoso.

“Alrededor del 1% de los cánceres son orales, precisamente por no ser una enfermedad muy dolorosa y muy rápidamente agresiva, le avisa poco al paciente, por eso es súper importante, es clave el autocuidado y la consulta periódica al odontólogo”, explica el director de la carrera de Odontología de la Universidad Autónoma, David Rodriguez.

Buscando enseñar a la población cómo identificar una anomalía en el área de la boca, el Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile, dio a conocer un video explicativo que detalla cómo hacerse un autoexamen y derriba el mito que asociaba el cáncer oral casi exclusivamente al consumo de cigarrillos, relacionándolo también con las tan comunes gingivitis.

“Normalmente se pensó en la asociación fundamental de las lesiones se presentaban con el tabaco pero no es solo con el tabaco, sino además con bacterias que comúnmente colonizan la cavidad oral y que generan enfermedades del periodonto, es decir la encías y el hueso del soporte de los dientes que son de alta prevalencia en la población y eso lo hace mucho más complejo porque le agrega un factor de riesgo mucho más alto”, informó Rodríguez.

¿Pero cómo identificar y prevenir el cáncer oral? El odontólogo puntualiza que la clave está en visitar al menos una vez al año a un profesional y el autocuidado: “La ventaja que tiene es que es una enfermedad de fácil diagnóstico o pesquisa. Un examen odontológico regular debería permitir al profesional ser capaz de identificar cualquier anomalía en el piso de la boca o en los bordes de la lengua, en la cara interna de las mejillas que te dan señales si algo no está funcionando bien”.

En cuanto al autoexamen explicó que se debe hacer frente a un espejo y a continuación sacar la lengua, tocarse los bordes de la lengua, la cara interna de las mejillas. La idea es memorizar cómo es la boca para identificar si aparece alguna lesión porque muchas veces cuando aparecen son silenciosas. A eso se debe sumar hacerse enjuagues habituales y por supuesto, el cepillado constante.

“Cuando se hace un diagnóstico precoz, el porcentaje de éxito del tratamiento es altísimo y por el contrario cuando se demora mucho el diagnóstico de estas patologías, tiene resultados bastante catastróficos y que pueden costarle la vida al paciente”, alertó el experto de la Universidad Autónoma.

“En el cáncer es mucho mejor que se pase la mano con la prevención, es decir lo peor que te puede pasar es que no sea. Si se detecta por el mismo paciente algo, lo primero es ir la dentista, decirle al profesional que uno siente algo que no tenía y el odontólogo tendría que estar capacitado de acuerdo con la formación curricular de pregrado para detectar esos cambios, esas alteraciones a la morfología normal del epitelio que reviste las paredes de la boca y lo que constituye los bordes de la lengua y el fondo del vestíbulo”, aseguró.

Respecto a los niños y niñas, David Rodríguez, señaló que en este caso no existe asociación al consumo de tabaco, por ende, tiene que ver con lesiones tumorales que se presentan de forma espontánea, por lo tanto, el rol principal es en los padres, madres y cuidadores: “mirar a sus hijos, examinarlos, hacer examen lingual, tocar el borde de la lengua, esas lesiones que se presentan de aparición rápida. Una herida que pasa más de 15 días es motivo de consulta”, concluyó.