Es común escuchar a las mujeres embarazadas decir que tienen los tobillos y pies “hinchados”, síntoma provocado por la retención de líquidos que se prolonga durante todo el periodo de gestación.

Este problema es generado, principalmente, por fluidos atrapados en los tejidos del cuerpo, aunque también existen otras condiciones propias del embarazo.

El médico coordinador de la Unidad de Ginecología y Obstetricia de Clínica Bupa Santiago, Eduardo Faúndez, explica que “la retención de líquido (edema) ocurre básicamente por dos razones”, que están relacionadas con el sistema circulatorio.

“Primero, en el embarazo aumenta aproximadamente en un 50% el volumen circulante en el torrente sanguíneo y algunas mujeres no son capaces de manejar adecuadamente esto y parte de ese volumen pasa a los tejidos, generando edema”, detalla.

“En segundo lugar, una vez que el útero ha alcanzado cierto tamaño, genera un efecto de tumor abdominal, aumentando la presión sobre las venas, las cuales llevan la sangre de vuelta al corazón desde las extremidades inferiores, por consecuencia se produce una retención de sangre en estas generando edema”, continúa.

Pixabay (cc0)
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La retención de líquidos es una condición normal del embarazo y no genera riesgos, pero según aconseja, debe ser controlada siempre, sobre todo en mujeres que experimentan su primera gestación. Esto, debido a que pueden presentar patologías asociadas como hipertensión o diabetes.

En la misma línea, afirma que cuando la retención de líquidos se presenta en zonas como cara o manos, es importante advertirlo, ya que es un síntoma de hipertensión en el embarazo.

Sobre los niveles de retención de líquidos que puede experimentar una mujer durante su embarazo, el ginecólogo indica que “esta condición puede ser intermitente durante el embarazo, siendo más frecuente en el último trimestre de la gestación y dependiendo del tipo de actividad física de la mujer y del calor ambiental. Además, las mujeres con mayor riesgo son aquellas hipertensas, obesas y las que pasan muchas horas del día sentadas”.

freestocks.org (CC0) Pexels
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¿Cómo atenuar la retención de líquidos?

El especialista entregó siete consejos a las mujeres embarazadas, con los que se podrían atenuar las complicaciones de un edema.

Controlar el peso: Una embarazada no debe subir más de 10 a 12 kilos, durante todo el embarazo.

Dieta equilibrada: Integrando alimentos variados en las comidas, como vegetales, proteínas, carbohidratos y legumbres. Se recomienda aumentar los niveles de hidratación, consumiendo 2 litros diarios de agua, y consumir abundantes porciones de frutas y verduras frescas.

Evitar el consumo de sodio: Alimentos como embutidos, salsas y productos fritos contienen altos niveles de sodio, los cuales al ser consumidos de manera constante aumentan la retención de líquido en embarazadas.

Realizar ejercicios para embarazadas: Como yoga y pilates, esto ayuda a la circulación de la sangre y elasticidad de la futura mamá. La hidratación luego del ejercicio es muy importante.

Masajes: Se recomienda realizar masajes de drenaje linfático y en las piernas con más intensidad.

Dormir hacia el lado izquierdo: Este sencillo hábito facilitará el drenaje venoso, atenuando el efecto de la retención de líquidos.

Evitar estar de pie: Sobre todo durante el último trimestre del embarazo. Al estar acostada, se recomienda inclinar o subir las piernas 20 centímetros para evitar un sobrepeso.