Aunque algunas veces no presenta síntomas, sólo una ligera incomodidad, en muchos casos se convierte en un problema complejo de soportar.

Hablamos de la adenomiosis, una enfermedad ginecológica que puede tonarse una verdadera pesadilla para algunas mujeres. Sangrado menstrual abundante y prolongado, dolor pélvico agudo y punzante, calambres menstruales que duran varios días y que empeoran con el tiempo, dolor durante las relaciones sexuales, hinchazón permanente del útero, son algunas de las molestias que presentan quienes sufren de este trastorno.

De acuerdo a la Clínica Mayo de Estados Unidos, “la adenomiosis se produce cuando el tejido endometrial que, por lo general, recubre el útero aparece dentro de la pared muscular de éste y crece en su interior. El tejido endometrial desplazado sigue actuando como lo haría normalmente —se engrosa, se degrada y produce sangrado— durante los ciclos menstruales. Como resultado, puede haber un útero agrandado, así como períodos menstruales intensos y dolorosos”.

Según indican, los síntomas suelen comenzar en los últimos años fértiles de una mujer, después de haber tenido hijos o una cirugía de extracción de fibromas (tumores benignos), siendo más común entre los 40 y 50 años, pero también puede afectar a mujeres más jóvenes.

Aunque las causas de la enfermedad se desconocen, algunos expertos creen que puede ser producida tras “incisiones uterinas realizadas durante una operación, como una cesárea”, que “pueden promover la invasión directa de las células endometriales a la pared del útero”, expresa Clínica Mayo.

Otros expertos sugieren que es origen genético y algunos creen que puede haber una conexión entre la adenomiosis y el parto. “Una inflamación del revestimiento uterino durante el período posparto podría causar una rotura en el límite normal de las células que recubren el útero. Los procedimientos quirúrgicos en el útero pueden tener un efecto similar”, según esta hipótesis.

Asimismo, “una teoría reciente propone que las células madre de la médula ósea pueden invadir el músculo uterino y causar la adenomiosis”, indica Clínica Mayo.

¿Cuándo consultar al médico?

Si tu sangrado menstrual es muy intenso y prolongado o sufres de calambres tan fuertes que no puedes realizar tus actividades diarias como de costumbre, deberías consultar a un médico.

Ocurre que si tu flujo menstrual es demasiado abundante podría derivar en una anemia crónica, lo que puede provocarte fatiga y otros problemas de salud.

Aunque la adenomiosis no es una enfermedad especialmente grave, si es muy dolorosa, puede afectar tu calidad de vida y dificultar tu rutina diaria.

Pexels (CCO)
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Zélie, una mujer que sufrió este trastorno, comentó a BBC lo críticos que pueden ser estos episodios. “Una vez sentí tanto dolor que tuve que llamar a la ambulancia. Cuando me vieron pensaron que podría tener apendicitis. Yo les dije que tenía adenomiosis, pero no sabían qué era eso. Cada vez que he ido al hospital y me han preguntado por el nivel de dolor siempre les he dicho lo mismo: Es diez veces peor que el parto”, afirmó.

Esto se condice con lo que señala la Clínica Mayo. “Los períodos dolorosos pueden provocar que faltes al trabajo o a la escuela y pueden hacer que sientas tensión en tus relaciones. El dolor recurrente puede provocar depresión, irritabilidad, ansiedad, ira y sentimientos de impotencia. Por ese motivo, es importante consultar con un médico si sospechas que podrías padecer adenomiosis”, expresan.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico generalmente se hace con exámenes tendientes a verificar si tu útero se ha engrosado o está muy sensible. Esto generalmente comprende ecografías o resonancia magnética.

En la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, también afirman que se puede practicar un examen pélvico. “Durante un examen pélvico, el médico puede encontrar un útero blando y ligeramente agrandado. El examen también puede revelar una masa uterina o sensibilidad del útero”, explican.

“En algunas instancias, el médico podría extraer una muestra de tejido uterino para su análisis (biopsia endometrial) para verificar que el sangrado uterino anormal no esté asociado a ninguna otra enfermedad grave. Sin embargo, una biopsia endometrial no ayudará a que el médico confirme un diagnóstico de adenomiosis. La única manera de saber con seguridad que se trata de adenomiosis es examinar el útero después de la cirugía para extirparlo (histerectomía)”, explican en Mayo.

La adenomiosis es una enfermedad de difícil diagnóstico porque sus síntomas son muy similares a los de otras enfermedades como fibromas uterinos (liomiomas), endometriosis (células uterinas que crecen fuera del útero) y pólipos endometriales (bultos en el revestimiento uterino).

“El médico puede llegar a la conclusión de que tienes adenomiosis solo después de determinar que no existen otras causas posibles para tus signos y síntomas”, comentan.

¿Cómo se trata?

Aunque la adenomiosis suele desaparecer con la menopausia, si aún falta mucho para que llegue, hay algunas alternativas de tratamiento como el uso de antiinflamatorios, medicamentos hormonales como píldoras anticonceptivas combinadas y la histerectomía, es decir, la extirpación del útero.

“Si el dolor que sientes es intenso y aún te faltan años para llegar a la menopausia, el médico puede sugerirte una cirugía para extirpar el útero. La extirpación de los ovarios no es necesaria para controlar la adenomiosis”, sentenciaron desde la Clínica Mayo.